VdC: Los socorristas agudizan los sentidos para facilitar el baño
En los dos últimos meses han fallecido tres niños en piscinas españolas y, en las últimas horas, otro pequeño en Monserrat (Cataluña). Esta realidad revela la importancia de la labor de los socorristas en instalaciones acuáticas. Su tarea exige una dedicación plena sin despistes en la que no basta afinar la vista y poner cuatro ojos sobre el agua, sino que es necesaria una alta responsabilidad para tratar de evitar accidentes.
Y esto lo saben muy bien Guillermo Ramos Rosales y Rocío Basalo Blanes, socorristas de las piscinas de Sobradelo (Carballeda de Valdeorras), cuyo trabajo es espejo del que hacen otros muchos profesionales en Valdeorras, la provincia ourensana y el resto de España. Lo más difícil, dice Guillermo Ramos, es no despistarse, «es estar atento de forma permanente para que no pase nade, tener la piscina controlada al cien por cien pues son muchas las personas que se mueven y bañan al mismo tiempo». Lo mismo opina su compañera Rocío Basalo, que añade que «no sólo hay que tener vista en la piscina, sino también vigilar que no se produzcan golpes de calor pues estos días las temperaturas son muy elevadas».
Ambos consideran que la mayoría de los bañistas «son responsables y obedecen todas las indicaciones, al menos en las piscinas de Sobradelo» y lamentan que ocurran ahogamientos como los de las últimas semanas en España. Y es que «a veces por muy bien que hagas tu trabajo se producen accidentes. Para mí el mejor rescate es aquél que no se tiene que hacer porque no ocurre nada, eso sería lo ideal», añade Guillermo, socorrista oriundo de O Barco y Carballeda, de 25 años y que reside en A Coruña.
Explican que la parte amable de esta tarea es «la gente, pues confían mucho en nosotros y saben que pueden bañarse con seguridad. Estamos orgullosos de ser socorristas», esgrime Rocío, profesional de 27 años de Viana de O Bolo.
Y es que el socorrista proporciona la seguridad que espera el bañista aún cuando cada usuario de las piscinas debe ser el primero en practicar un comportamiento responsable.
Susana Prieto