Una vecina de O Barco, el primer caso de objeción de conciencia electoral aceptada por una junta electoral
- Presentó una alegación para no participar en la mesa electoral a la que estaba convocada para las elecciones gallegas porque “no creo en el sistema, no hay democracia” y la Junta Electoral la aceptó por “estar debidamente justificada”
Amparo Rodríguez, natural de Madrid pero vecina de O Barco de Valdeorras desde hace seis años, se convierte en el primer caso de objeción de conciencia electoral aceptada “oficialmente” por la Junta Electoral en España, después de presentar una alegación para rechazar su participación en una mesa electoral a la que había sido convocada en los últimos días para los próximos comicios gallegos.
“No creo en el sistema. Lo que vivimos no es una democracia pues todo está elegido previamente por los bancos, el capital…creo en la democracia pero esto no lo es”, dice mostrando su satisfacción por el resultado de su alegación.
El pasado 4 de septiembre de 2016 recibió una notificación comunicándole que estaba obligada a presentarse a la mesa electoral como primera suplente de vocal para las elecciones de Galicia del 25 de septiembre de 2016, recordándole que no acudir estaría cometiendo un delito penado con “prisión de tres meses a un año o multa de seis a veinticuatro meses.
Cuenta que se informó a través de internet donde encontró dos plataformas (censo electoral y el grupo antimilitarista Tortuga) que le aportaron información relacionada con la objeción de conciencia en el ámbito electoral. En ellas localizó cartas de personas que ya habían sido objetoras en elecciones pasadas y se puso en contacto con ellos para que la asesorasen, recibiendo ayuda y seguimiento de su proceso. La respuesta fue inmediata y “han estado muy pendientes de todo mi caso”, expone. Cuenta que de los modelos de cartas que encontró en dichas plataformas “elegí una con la que me sentía más identificada, le hice unas pequeñas modificaciones y la entregué en la junta electoral de zona”. Su sorpresa fue mayúscula pues sólo un día después de presentarla la llamaron de la Junta Electoral para que fuese a recoger la decisión de la misma. Me respondieron que habían decidido aceptar mi “excusa” por estar debidamente justificada”.
Amparo expone que “yo he tenido la suerte de que mi alegación ha sido aceptada y, por tanto, no estoy cometiendo un delito, pero otras muchas personas, que lo hicieron antes que yo y a los que no les aceptaron la alegación presentada, sí que lo están cometiendo. Y no lo puedo entender. No puedo comprender que en una democracia, como dicen que estamos, sea un delito no participar en las elecciones. Porque hay que dejar claro que el hecho de que yo no participe no afecta a que lo hagan los demás”.
Además, afirma que me gustaría reconocer el trabajo de la persona de la junta electoral de O Barco que entiende, al igual que yo y otras muchas personas, que la objeción de conciencia electoral es una causa totalmente justificada. Y le doy las gracias”.
Entre los motives que aduce como objetora de conciencia electoral cita que son muchos, entre ellos lo que considera una “desviación de dinero supuestamente público a fines sociales y la desigualdad social”.
Documentación: