Una exposición en A Rúa acerca la vida y obra de Florencio Delgado Gurriarán
- Fue inaugurada en el Centro Cultural Avenida donde también se presentó la web Las Letras de Florencio
“As Letras de Florencio 2017. 30 anos sin ti”. Así se llama la exposición inaugurada el sábado 16 de diciembre en el Centro Cultural Avenida de A Rúa, una muestra que reivindica la figura del poeta y escritor de Córgomo (Vilamartín), además de ser otra de las iniciativas para reclamar su reconocimiento y para que se le dedique el Día das Letras Galegas 2018. Permanecerá abierta hasta el 7 de enero, de 16,30 a 19,30.
La inauguración reunió a vecinos de la comarca de Valdeorras y políticos locales, entre ellos los alcaldes de A Rúa y Vilamartín, Luis Fernández Gudiña y Enrique Álvarez Barreiro, respectivamente; el concejal de Cultura de A Rúa, Avelino Fernández Seco, entre otros ediles de la Corporación como Avelino García Ferradal, María González Albert, Carlos Aristegui y Ana Fernández. También acudió el presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses, Aurelio Blanco Trincado.
Luis Fernández Gudiña señaló que la exposición persigue dar a conocer la figura del autor y que es otra iniciativa más a nivel comarcal para que se le dedique el Día das Letras Galegas y que, aunque el poeta ya es conocido, la muestra servirá para conocerlo definitivamente. Y detalló que, a partir de la próxima semana, los alumnos de los centros escolares de la comarca acudirán a visitarla.
Por su parte, Débora Álvarez, comisaria de la exposición, fue la persona encargada de hacer un recorrido por la biografía de Florencio Delgado Gurriarán (1903-1987). También dio a conocer la puesta en marcha de una página web, bautizada como Las Letras de Florencio, para promocionar la vida y obra del autor, a través de textos y fotografías. Débora dijo que “agradecemos la colaboración de Ricardo Gurriarán (doctor en Historia Contemporánea) porque fue de las personas que más nos ayudó aportando información para realizarla”. La página está destinada tanto a niños como adultos como una herramienta que ayuda a profundizar en la figura del escritor.
Además, destacó que la página web tiene un apartado denominado como “La Irmandade de Florencio”, un club de socios del que puede formar parte cualquier ciudadano y que persigue una recogida de firmas y respaldo a dicho proyecto. “Queremos que sea público, hacer una recogida dentro y fuera de Valdeorras pues tenemos muchos apoyos fuera de la comarca como, por ejemplo, el País Vasco”.
Débora Álvarez dijo que Florencio Delgado Gurriarán “tuvo una vida de película, medio espía, medio fugitivo”. Nace en una familia de clase media alta que era propietaria de tierras. Su padre era ingeniero y eso hizo que su infancia discurriese en varias ciudades, como Ourense, Palencia y Valladolid. Los cambios de residencia favorecieron que Florencio tuviese más acceso a la cultura. En Valladolid estudió la carrera de Derecho y, además, esta ciudad marcó su vida. A los 18 años perdió a su madre, muerte que incrementó la “morriña” o añoranza que tenía de su tierra.
Débora Álvarez argumentó que Florencio Delgado hablaba de sí mismo como si fuese un “Robinson del galeguismo”, tenía apego por la lengua lengua gallega; en su familia siempre se hablaba en gallego y tenía un profundo respeto a la tierra. En Valladolid llegó a sus manos un periódico, “A Nosa Terra”, que utilizaban las Irmandades da Fala (intelectuales progresistas) para mostrar sus ideas y que puso a Florencio en contacto con el Galeguismo. En la época de la II República, su tío Manuel se presentó a unas elecciones a la Alcaldía de Vilamartín. Y él poco a poco se empieza a meter en el mundo de la política, de modo fue uno de los personajes encargados de formar el Partido Galeguista en Valdeorras.
“A finales de los años 20, sus años fueron los más felices. Le gustaba ir a las bodegas, “mocear” y era muy guapo. Le encantaba la música y formó parte de muchos grupos musicales, que le llevó a dinamizar la vida de Valdeorras. Formaron asociaciones en Córgomo, grupos de teatro, revistas”… , describió Débora Álvarez.
Valoró que “no tiene una obra pequeña sino muy desconocida. Sus primeros poemas representan lo que es el ser valdeorrés, el paisaje, los árboles, el vino, la viña…Es una obra llena de metáforas, sin figuras humanizadas pero imágenes que hablan de temas como el amor, la soledad e incluso temas dramáticos”.
Era galeguista. Tuvo que exiliarse durante la Guerra Civil a Zamora, Ponferrada y de Valdeorras a Portugal, concretamente Tourem, Oporto, Burdeos (Francia) y Méjico.
“El Florencio más desconocido es el Florencio dinamizador. Participó con todos los galeguistas exiliados para poner en marcha iniciativas culturales como la revista Saudade, que unió a los escritores exiliados en Sudamérica, podía participar cualquiera que no fuese fascista”, contó la comisaria de la exposición, quien recordó que en “El Cancionero de Lucha”, aparecen los primeros poemas sociales de Florencio, una persona que muy católica y religiosa.
“Atacó en sus poemas a Franco, pero fue un poema antimonárquico el que más problemas le causó, al final de su vida. Su amigo Pepe Gayoso, presidente entonces del Instituto de Estudios Valdeorreses tuvo que enviar una carta al secretario del Rey Don Juan Carlos para solicitar la publicación de su libro, paralizada por contener el poema y tuvo que contextualizar que el poema no hablaba del Rey sino de la monarquía y, finalmente, consiguieron publicarlo”, señaló Débora Álvarez.
Volvió a Valdeorras en los años 60. Fue el Instituto de Estudios Valdeorreses el que consiguió que llegase a ser miembro no numerario de la Real Academia Galega. Además, recibió la medalla de la Real Academia Galega y el reconocimiento de miembro honorífico del IEV y fue pregonero de las Fiestas del Cristo de O Barco de Valdeorras.
Sus cenizas fueron reposan en Córgomo.
Profundizar en su biografía es ahora más fácil a través de la exposición de los 25 paneles que retratan al autor en el Centro Cultural Avenida de A Rúa.