Un valdeorrés en Dublín
«… Si puedo llegar al corazón de Dublín puedo llegar al corazón de todas las ciudades del mundo” James Joyce. Autor dublinés
Valdeorras – Coruña – Dublín
Cuenta la historia recogida en “Libro de las Conquistas Irlandesas” que la isla de Irlanda fue invadida por los celtas gallegos. Breogán, el rey celta que por aquel entonces gobernaba Galicia, construyó en Brigantia (actualmente A Coruña) una torre, la Torre de Hércules, desde donde se podía ver el sur de Irlanda. A pesar de que no se sabe lo que hay de cierto en estos textos, diferentes estudios han encontrado relaciones genéticas entre los habitantes de Irlanda y Reino Unido y los gallegos. No sabemos si David Pérez, un joven valdeorrés de Arcos (Vilamartín de Valdeorras), vio desde la Torre de Hércules de Coruña (ciudad en la que estaba estudiando) a Irlanda. Lo cierto es que, el pasado año, hizo ese viaje: Valdeorras – Coruña – Dublín.
Nuestro protagonista es un muchacho tímido, sencillo, humilde y enormemente sensible. Como celta, comparte algunos de sus rasgos: amor a la libertad, a la tierra y a la familia.
“A mi llegada a Dublín escribí esta frase que guardo en el cajón de mi habitación junto al calendario de regreso a mí casa: sé donde estoy pero jamás me olvido de donde vengo…”
Dublín apenas necesita presentaciones. Además de ser la capital de Irlanda, es el hogar del «Black Stuff» (Guinness), del Libro de Kells y de la estatua de Molly Malone.
En 2010, la UNESCO, nombró a Dublín como una Ciudad Patrimonio de la Humanidad de la Literatura. Ha sido siempre una ciudad de palabras. Su vida literaria está escrita tanto en sus bares como en sus callejones, sus parques e iglesias, sus casas destartaladas y mansiones majestuosas. Es la tierra donde Jonathan Swift (Los viajes de Gulliver), Oscar Wilde (El Retrato de Dorian Grey), George Bernard Shaw (Pigmalión) o Samuel Beckett (Los Días Felices) iniciaron sus jornadas literarias. El autor James Joyce es el hijo literario más famoso de Dublín.
David nos cuenta que el mejor lugar para comenzar una gira literaria de Dublín se encuentra en el Museo de los Escritores de Dublín. Esta casa georgiana, cuidadosamente restaurada, actúa como el más grande «Refugio de Notas«. Cada autor tiene un espacio en una caja de cristal con una mini-biografía, una pequeña colección de objetos de recuerdo, y un lugar en audio de la guía.
Una ciudad mágica
“Perderse por Dublín es perderse por siglos de historia que puedes percibir mientras paseas por uno de sus múltiples jardines o degustando una de sus tradicionales cervezas en alguno de sus innumerables pubs.
Tres visitas imprescindibles en Dublín son: el Trinity College, la universidad más antigua de Irlanda y una de las más famosas del mundo; la antigua fábrica de cerveza Guinness (Guinness Storehouse) símbolo del país a nivel internacional; y el Temple bar, uno de los barrios más antiguos y carismáticos de la ciudad, el mayor centro cultural y de ocio de Dublín.
“Me entusiasma la vida nocturna de Dublín, la oferta de la ciudad es impresionante, con un inigualable ambiente y un gran número de locales”.
Un objetivo claro: Aprender inglés
“El curso pasado y ya casi finalizados mis estudios del ciclo superior de Secretariado (y muy a mi pesar) iba tener que pasarme el verano con una ya vieja amiga estival: la asignatura de inglés que, curso tras curso, veranea conmigo.
Tras mucho esfuerzo y trabajo conseguí sacarla adelante. Seguidamente comencé las prácticas de mis estudios en los Nuevos Ministerios de A Coruña. Es aquí donde realmente vi la necesidad de la importancia que tenía el inglés en el mundo laboral, social e incluso… personal.
Finalizadas las practicas tome la decisión de irme al extranjero a estudiar inglés y, si tenía la suerte de poder encontrar una oportunidad laboral, mucho mejor”.
Estoy muy satisfecho conmigo mismo. He perdido ese miedo que tenía al inglés. Me ponía nervioso cuando tenía que hablar en un idioma diferente al mío. Me quedaba en blanco… Creo que hablar es la parte más complicada de aprender un idioma. Yo entendía, leía, escribía en inglés… pero a la hora de hablarlo me costaba por el miedo, miedo a no pronunciar bien, a que no te entiendan…
Los irlandeses
“Cada irlandés que he conocido me ha aportado algo diferente. Por supuesto hay ciertos rasgos comunes: apasionados, divertidos y tremendamente creativos: Bono, Enya, U2 o Snow Patrol son una buena muestra. Hay multitud de talentosos directores, cantantes, o guionistas. Los festivales artísticos son algo muy frecuente».
Como admirador de Bono o U2, David llegó a Dublín para tratar de ver la ciudad y su lengua a través de su música. En los pubs irlandeses David se ha encontrado con una una lengua “en vivo”.“Al pueblo irlandés le encanta viajar y analizar lo que políticamente va sucediendo. Muchos aspectos les hacen ser especiales desde la limonada roja o su insistencia en comentar que el Titanic estaba en perfecto estado cuando salió de Belfast”.
Valdeorras
“Estoy a bastantes kilómetros de casa, lejos de mi gente, y echando de menos muchas cosas. Como todo gallego diría con “morriña”. He aprendido a valorar muchísimo más las cosas, a apreciar aquello que para mí antes no tenía importancia.
Mis primeros días en Dublín fueron duros, para que mentir, pero las dificultades te van haciendo más fuerte.
Si podéis y queréis os animo a venir a Dublín. Es una experiencia inolvidable, que te ayuda a formarte mucho más como persona. Nuestro mundo, o nuestra forma de vivir, no son los únicos, cada uno tenemos nuestra forma de vida, un entorno que nos rodea. Viajar nos proporciona este maravilloso conocimiento.
Agradezco a Noticias Valdeorras esta oportunidad para contar mi experiencia.
Y para terminar…
Gracias David. Nos despedimos con Joyce:
“No hay pasado ni futuro, todo fluye en un eterno presente».