Un vagabundo del Dharma
“Hasta que hagas un agujero, plantes un árbol, lo riegues y hagas que sobreviva, no has hecho absolutamente nada. Sólo hablar y hablar”
Estas palabras de la bióloga y ecologista keniata Wangari Maathay (1940/2011) así como Nobel de la Paz en el año 2004 nos sirven para escribir sobre nuestro protagonista. Todos en mayor o menor medida somos o hemos hecho algo, vivimos como actores y tenemos una biografía, mejor o peor, mala o buena; nuestra vida. En ocasiones tenemos muchos folios en blanco que queremos rellenar y el pensamiento se hace palabra y está de una manera rápida o lenta describe nuestros mejores momentos, o simplemente transmite a otros aquello que sentimos, aquello que anhelamos comunicar. Y al terminar nos damos cuenta de que eso que iban a ser unos pensamientos se ha convertido en un volumen con 108 entradas en donde la imagen y la narración hacen de ello un medio y este en ocasiones nos hace llegar al pensamiento, al instante; al presente. En “108 Miradas. Del lado de fuera y del lado de dentro” (Ediciones Dharma) Su autor, Xavi Alongina lo ha conseguido. Tras una vida de ir y venir a lugares que en ocasiones ni siquiera podía imaginar que iba a estar o conocer a personas que ni por asomo pensaba que estaban a su alcance. El autor nos describe esos pensamientos, esas motivaciones y aventuras que han formado y forman parte de su vida. Nacido en un vecindario, sin siquiera la categoría de pueblo –como el mismo escribe-, en la Garrota catalana de los Pre- Pirineos. Un pueblo que se le quedó pequeño, aunque de él guarda muy buenos recuerdos. Pronto comenzó a viajar y seria La India uno de sus primeros encuentros, de sus primeros viajes a donde no ha parado de ir y saborear desde entonces. Quizás la palabra mágica sea transmitir, si podemos utilizar ese concepto.
A mitad de los años setenta vivió dos años en Asia (India, Nepal y Sri Lanka), estudiando meditación con lamas tibetanos y monjes theravada. Ha traducido más de una docena de obras sobre budismo y es fundador y director de Ediciones Dharma. En sus páginas cuenta su vida y abre su corazón a los lectores de una manera sencilla y amena. Capítulos desde: “Como entender la compasión, plantar un árbol, Dureza o suavidad o Vipásana” Forman parte de esas 108 entradas. Nada es escogido al azar y el 108 es un número místico que incluye los siete planetas y las dos fases de la luna, (como el mismo nos dice) total nueve que multiplicadas por doce signos del zodiaco dan 108; simbolizando todos el espacio de nuestra galaxia (espacio conocido) Y así sucesivamente… Al leer este volumen tenemos la impresión de que cada palabra, cada pensamiento va eligiendo ese lugar en donde se ha de colocar…
Cuenta la anécdota de como informó al Dalai Lama de sus intenciones de formar una editorial, o de cómo traduciendo un curso sintió el “deseo” de seguir haciéndolo. O de cómo esperando a un Gran Lama este soltaba una sonrisa, había llegado tarde y hablaban largo y tendido de aquello que no estaba en el programa. Y ante este tipo de experiencias ante estos grandes Maestros fueron la pauta de un antes y un después. Lo importante que fue encontrar en su camino al Yoga y como cuando le preguntaban: ¿es usted profesor de yoga? Y él respondía que si… Todos se quedaban asombrados en una época en que hablar de yoga, era hacerlo de algo raro. Si tenemos que catalogar está obra, algo muy occidental. Estamos ante una Obra vivencial en su máxima expresión de esta palabra. Como apunta el filósofo y escritor mexicano Leonardo Da Jandra autor de “Filosofía para desencantados” (Atalanta) entre otros trabajos. “Los más grandes filósofos de la antigüedad, que fueron los griegos y los hindúes, vivían en concordancia con lo que pensaban” Algo que actualmente vemos bastante alejado de la realidad de nuestros días. Ahora no perdemos la esperanza se cierran unas puertas y se abren otras. A lo que se pregunta Da Jandra: “¿Caben el pensamiento filosófico y moral a lo grande en el caos de la mezquindad e injusticia que en dichas sociedades promueven los círculos de poder regidos por cínicos practicantes de la abstinencia de pensar y actuar bien? Nuestro autor se hace estas y otras preguntas a modo de reflexión y con esa misma reflexión y pensamiento nos habla de que los médicos le han dicho que tiene un cáncer en su cuerpo y es su compañero desde hace unos cuatros años, salen los apoyos, las frases hechas en ocasiones de amigos y compañeros. Pero el de una manera íntima y personal como en todos los capítulos de experiencia habla de lo que siente cuando se lo dicen y de cómo actúa. ¿Ha cambiado algo, seguimos siendo los mismos, cuáles han sido los sentimientos al compartir su vida con esta nueva vivencia y como ha afectado esto a su entorno más cercano? Preguntas y respuestas que necesitan de una reflexión, de una pauta como hace en este volumen. Y para eso que mejor, una idea antigua, pero nueva, optimista, realizar un documental basado en sus vivencias personales, en sus pensamientos (nos atrevemos a decir que no son solo suyos) en sus reflexiones. Su título: “Un vagabundo del Dharma” en torno al yoga, a la meditación; a sus diferentes viajes a la India y a responder preguntas: ¿Cómo ayudan todas esas experiencias cuando uno se enfrenta con algo nuevo, con algo que desconocemos?, ¿Cómo aprendemos cuando surge un obstáculo en nuestras vidas?, ¿sin miedo, con aceptación, yendo a lo más íntimo que todos llevamos dentro, al corazón?