Un gran reparto para una de las mejores comedias de la historia del teatro español: Ninette y un señor de Murcia, de Mihura
Actores veteranos de prestigio como Miguel Rellán o Julieta Serrano comparten escenario con jóvenes como Natalia Sánchez en el montaje que dirige César Oliva de la obra de Mihura Ninette y un señor de Murcia, una de las grandes comedias del teatro español, que llega al Bergidum mañana, 12 de noviembre (21 horas) dentro del programa de abono de otoño.
Desde su estreno, hace más de medio siglo, esta pieza de Mihura no ha hecho más que ganar peso como una de las grandes comedias de la historia del teatro espaol. Llevada al cine en dos ocasiones (por Fernán Gómez al poco de su estreno y por Garci hace diez años), la obra cuenta las peripecias de un joven e ingenuo murciano que decide irse a vivir emociones a París, dónde acude atraído por las historias que le cuenta su amigo Armando.
Por mediación de un amigo, se instala en un piso de un barrio popular, propiedad de Pedro y Bernarda, exiliados desde la guerra civil y padres de Ninette, una típica francesita, con la que Andrés vive una relación erótica en su primera noche. A partir de allí se producen una serie de acontecimientos que imposibilitan que el señor de Murcia baje siquiera a la calle a ver su anhelado París.
Natalia Sánchez, una joven actriz que adquirió gran popularidad por su papel en Los Serrano y que recientemente ha trabajado en Amar en tiempos revueltos, encabeza un reparto brillante en el que destaca la pareja formada por los veteranos Miguel Rellán y Julieta Serrano.
El montaje está dirigido por César Oliva, uno de los grandes referentes del teatro español. Catedrático de Teatro, gestor cultural, dibujante, experto en García Lorca, Valle-Inclán y el teatro del Siglo de Oro, brillante adaptador de obras de Lope de Vega y Lucas Zorrilla, entre otros; conferenciante, director de festivales y, desde su reapertura, director del Teatro Circo Murcia.
«Han pasado 50 años desde que su autor la escribió y sigo viendo que ese señor de Murcia, imagen de aquel español que tenía que salir de España para ‘vivir’, ha evolucionado pero en esencia sigue siendo el mismo; que los exiliados voluntarios (o forzosos) siguen existiendo; y que la tentación sigue viviendo arriba», ha explicado el productor de la función.