Un franciscano belga recorre a pie 5.000 kilómetros y pretende fundar una nueva congregación en el Bierzo
- Un franciscano belga recorre a pie 5.000 kilómetros con su burra y pretende fundar una nueva congregación de San Francisco de Asís en un pueblo abandonado del Bierzo
- Pasó por la comarca de Valdeorras después de realizar el Camino de Santiago y vive de forma itinerante, trabajando gratis, ayudando a los demás y pidiendo limosna
Fray Sergio María es un franciscano de Bélgica que está cruzando la comarca de Valdeorras, a través del Camiño de Inverno, después de realizar una peregrinación de 5.000 kilómetros durante la que ha atravesado localidades de Portugal (Fátima y Lourdes), Roma, Francia y Galicia, además de realizar el Camino de Santiago y otros relacionados con la espiritualidad.
Este franciscano belga viaja a pie con la casa a cuestas y sus enseres son transportados sobre una burra, a la que llama Blanca, una compañera de viaje inseparable. Afirma que se dirige rumbo al Bierzo, donde tiene previsto instalarse en un pueblo abandonado, hoy sin habitantes, para crear una nueva congregación religiosa.
Este sacerdote de la Orden de San Francisco de Asís, señala que “he realizado 5.000 kilómetros. Hago una media de 15 a 25 kilómetros diarios. Camino por amor a Dios y por la gente. Soy uno de los hermanos itinerantes de San Francisco de Asís, durante todo el año. Sólo que ahora , las hermanas Clarisas me han pedido si podemos crear una nueva presencia franciscana, pues yo soy del grupo renovado, es decir, de aquellos franciscanos que quieren volver al origen de la espiritualidad franciscana. Por eso camino, ayudo con mi trabajo gratis a los demás, vivo de limosna y no tengo domicilio fijo, ni siquiera teléfono móvil…”.
Precisamente, después de dormir en A Rúa, pasó por O Barco y ahora se dirige a la comarca leonesa del Bierzo, concretamente a Castrillo del Monte (en el municipio de Molinaseca), un pueblo abandonado para ver “si puedo fundar una nueva congregación pues he encontrado la localidad perfecta, que tiene incluso una iglesia, a la que le falta el techo, pero que serviría para la finalidad”. Añade que confía a ciegas en el proyecto y “yo espero poder crear esa nueva congregación”.
Fray Sergio María viaja con el hábito de franciscano y, eso sí, cubierto con el chaleco de seguridad vial para ser visible para los conductores por los caminos y carreteras.
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