Sindo Novoa, un embajador de “A Rapa das Bestas”
- Expone en O Casino de O Barco una colección de 20 fotografías sobre “A Rapa” hasta el 30 de septiembre
- El autor afirma que “no existe maltrato animal en esta tradición de Sabucedo”
Sindo Novoa, fotógrafo natural de Viloira (O Barco), que reside desde hace años en A Coruña, expone en el Casino de O Barco una colección de 20 fotografías sobre “Un día na Rapa Das Bestas”, que permanece abierta hasta el próximo 30 de septiembre. Es informático pero también se dedica al mundo de la fotografía como “freelance”.
El objetivo de su exposición es mostrar que no existe maltrato animal y que “A Rapa Das Bestas”, pese a estar declarada de Interés Turístico Internacional, sigue siendo una desconocida en Galicia. Por ello quiso inmortalizar dicha celebración, partiendo de sus “ojos vírgenes” sobre esta tradición.
¿Cuándo nació tu inquietud por la fotografía?
Desde que era un niño llevaba la cámara en mano. Y siendo muy pequeño hice un curso en el colegio Julio Gurriarán. Hoy, la fotografía cada vez toma más tiempo de mi vida y ahora soy “freelance”, un complemento para mi profesión. He realizado trabajos sobre conciertos de figuras reconocidas del mundo de la música en distintas zonas de Galicia.
Esta exposición sobre “A Rapa das Bestas” se mueve por toda Galicia
Sí. Es la primera que realizo. Arrancó en A Estrada en mayo de 2017. Este año, estuvo en Arteixo, en Santiago y Chantada (Lugo). Ahora está en O Barco y después, expondré en A Coruña.
¿Qué se puede ver en la exposición?
Recoge la tradición de “A Rapa das Bestas de Sabucedo”, en A Estrada (Pontevedra). Aposté por esta temática porque llevaba visitándola tres o cuatro años y cuando publicaba fotos en las redes sociales tenía mucha aceptación y, al mismo tiempo, críticas y comentarios en alusión al maltrato de los animales, cuando realmente no lo hay. Fue cuando descubrí que la fiesta era desconocida para muchos, si bien está declarada de Interés Turístico Internacional. De hecho, acuden fotógrafos de todos los países como Japón, Corea, Uruguay y Argentina, entre otros muchos. Hablé con el Ayuntamiento de A Estrada y la Asociación A Rapa y les propuse hacer este trabajo.
Por tanto, denuncias que no existe maltrato animal
Exacto. El desconocimiento de la fiesta hace que la gente hable sin conocer. La realidad es que durante todo el año, en Sabucedo se hace un trabajo de cuidar el monte. Y los caballos, si bien están en un estado de libertad, son salvajes, los tienen siempre bajo vigilancia, saben por dónde se mueven, en qué montes están e, incluso, en invierno si hace falta le procuran pasto como alimento. Pero la gente sólo se queda con lo que ven en tres días, desconociendo a fondo la tradición.
¿Cómo es esta fiesta y cómo la retratas en la exposición?
La fiesta comienza un viernes, día en que se levantan a las 6 de la madrugada, van a misa y suben al monte a buscar al monte las manadas de caballos. Intentan reunir a 250 caballos. Los bajan al pueblo y el sábado y domingo hacen la “Rapa”. El lunes los liberan de nuevo. La “Rapa das Bestas” consiste en que le cortan las crines y los desparasitan. En la exposición reflejo esos momentos en que los caballos están en libertad, la bajada al pueblo y cuando le cortan las crines. Lo más espectacular es el momento de cortar las crines y vacunarlos pues en Sabucedo tienen una técnica diferente. Así, los llamados “aloitadores” toman el caballo de tres en tres. Son tres personas que van a caballo: uno se echa encima del caballo, otro ayuda con la cabeza y otro con el rabo. El acto de “aloitar”, agarrar el caballo y contenerlo para cortarle las crines, es una tradición muy antigua. Aquí no se marcan a fuego, como hacen en otros lugares.
¿Hubo peligro a la hora de hacer las fotografías en la “Rapa”?
Meterte en un curro con 300 caballos que no responden a una orden y “jugártela”, expuesto a una coz, tiene su riesgo. Al mirar por el objetivo pierdes la noción de todo lo que rodea, pero ha valido la pena.
¿Te sientes “embajador” de “A Rapa das Bestas”?
Este año había 180 fotógrafos, de modo que todos ellos también pueden considerarse embajadores de esta tradición. Pero sí me gusta dar a conocer esta celebración y haber realizado este trabajo.
¿Qué supone para ti la fotografía, cómo la definirías?
La fotografía es una extensión de mí. Poder hacer lo que quiero y poder visitar lugares a los que nunca habría ido.
¿Dónde te gustaría llegar en el mundo de la fotografía?
No tengo metas. Hace dos años no contaba con poder llegar a hacer fotografías a Joaquín Sabina, Maná, Marc Anthony y otros muchos de la música en sus conciertos.