Roberto Escuredo Priero: «Tenía la necesidad de poner en práctica este deporte con el que viví toda mi infancia»
Hoy decidimos hablar con Roberto Escuredo Priero, un apasionado del ciclismo de 35 años residente de O Barco de Valdeorras.
Empezó con este deporte ya que quería tener mejor forma física y estar más activo. «Tenía la necesidad de poner en práctica este deporte con el que viví toda mi infancia, es la ilusión de todos los niños, eso de poder tener una bicicleta».
Roberto pertenece a una Peña, la Punta de Gas, y nos aclara que el nombre surgió en una conversación entre amigos en el trabajo, resultó gracioso y se quedó. No busca una referencia competitiva, simplemente se refiere a pasar un buen rato, rodeado de compañeros e ir paso a paso. La Peña es muy reciente, de hecho se fundó para Trepaviñas de Cacabelos de este año.
Su día a día es «agradable y divertido», a pesar de tener que tomárselo muchas veces con «filosofía», ya que en un deporte como el ciclismo de montaña, se depende mucho de las condiciones meteorológicas (lluvia, frío, calor…), aunque su pasión por el deporte y estar en contacto con la naturaleza, le llenan. Reconoce que hay que disponer de tiempo libre, ya que estamos hablando de unas rutas de una media de 60 kilómetros.
Practica y recomienda encarecidamente, la norma de ir acompañado, ya que nunca se está libre de caídas, lesiones u otros percances, más en este deporte que se practica por zonas donde la mayoría de las veces no se tiene cobertura y se necesita del factor humano para salir de ciertas situaciones.
Nos cuenta que ha vivido con intensidad el último Mundial de Ciclismo, el de Ponferrada, ya que puedo sentir toda la emoción de su deporte en directo, aparte de conocer a grandes como Castroviejo o Valverde (que atesora, en su increíble palmarés, seis medallas mundialistas, la última, en el disputado hace escasos días).
En cuanto a anecdotas, nos dice que tendria mogollon de ellas para contar, pero que resaltaria una ruta en la que «me caí a unas silvas bajando de Correxais y mi compañero Ivan, fue el que me ayudo a salir».
Reconoce que «no aspira a más, ya que no practica este deporte con un fin meramente competitivo. Lo hago como una forma de vida saludable en la cual intento pasar buenos momentos rodeado de buenos amigos y de mi familia».
Recuerda que hace años, eran contados los que salían a realizar una ruta en bici o simplemente a pasear por la ciudad con ella, pero le alegra enormemente contemplar como semana a semana se ven más, cosa que hace que se valore más su deporte y lo motive más si cabe.
No se despide sin contarnos una anécdota, una te cientos que tiene, que ocurrió cuando «me caí a unas silvas bajando de Correxais y mi compañero Iván, fue el que me ayudo a salir» (risas).
Nos recuerda también, cosa que le honra, a quien le apoya, igual que a sus compañeros, en el día a día, como son Mecamirco, Auval (Automatismos Valdeorras), Electricidad Monje, Sucaro Union a modo de patrocinio.