Pulpo a la mugardesa y Terra do Gargalo Carballo
- Termina, momentáneamente, este repaso por propuestas culinarias y maridajes realizado por CTP durante este verano
- La opción seleccionada para ‘terminar’ el pulpo a la mugardesa con un excelente tinto como este Terra do Gargalo Carballo de la Denominación de Origen Monterrei
Nos parece una combinación ideal, aunque sabemos que a muchos les gusta más el vino blanco con el pulpo y llegadas estas fechas, ya nos podemos permitir comidas ‘no tan frías’.
El pulpo a la mugardesa es una receta típica de este municipio coruñés, Mugardos, y en esencia es un guiso de pulpo.
Lo que necesitaremos para esta receta, será un pulpo de más o menos 2kg, 2 kilos de patatas, una cebolla grande, dos pimientos morrones (rojo y verde), aceite de oliva, pimentón dulce, pimentón picante y sal.
No vamos a dar indicaciones de como preparar el pulpo porque ahí ya cada uno tiene su librillo, pero nosotros siempre recomendamos el cocerlo a ‘Estilo Camariñas’: media hora a fuego vivo de reloj y 320 minutos de reposo en esa agua sin fuego (pulpo de entre 1,750 y 2 kilos).
Las patatas deberán de cocerse en el agua del pulpo, añadiéndole un poco de sal.
Mientras se cuecen, en una sartén con aceite se pica la cebolla hasta que poche, momento en el cual se echan los pimientos troceados. Cuando el conjunto esté pochado, se le añaden un par de vasos de agua de cocer el pulpo y se le echan los dos pimentones dándonos prisa de revolverlo todo.
En la fuente donde ponemos el pulpo situamos las patatas cocidas y por encima de todo le echamos la mezcla que habíamos preparado.
Resultado:
Y pasemos al maridaje. Nos hemos decantado por un tinto de Monterrei. Hemos escogido a este Terra do Gargalo Carballo, un mencía 100% elaborado por Bodegas O Gargalo. Se trata de un vino tinto que nos deja un color rojo cereza intenso con , en nariz compleja, en la que la carga frutal de la mencía hace estragos.
En nariz destacan los aromas primarios de la variedad, las notas de regaliz, vainilla, humo y canela. En boca es elegante y glicérico, con matices tanto en nariz como en boca a ciruela roja, mora, tabaco y recuerdos lácticos. Postgusto intenso.
Estamos ante un vino que marida muy bien con estofados y guisos, entonces, ¿por qué no un maridaje con un guiso de pulpo?