PIAS
Las continuas campañas realizadas por las entidades financieras todos los fines de año para comercializar planes de pensiones, dan a entender que son los únicos productos de ahorro a largo plazo que existen. Y nada más lejos de la realidad.
Un ejemplo es del producto que vamos a comentar a continuación denominado comúnmente como PIAS, lo que viene a ser un Plan Individual de Ahorro Sistemático que, aunque no es conocido por muchos clientes financieros, lleva desde el año 2007 comercializándose en nuestro país.
Los PIAS son un producto a caballo entre ahorro y seguro, enfocado al ahorro a largo plazo ya que su finalidad es la de diseñar un plan de aportaciones sistemáticas por parte de su titular que le permita obtener una renta vitalicia una vez que alcance la edad de jubilación. En ese sentido podemos decir que su objetivo es similar al de los planes de pensiones. Pero ya veremos más adelante que no es en esencia esta su finalidad.
La diferencia principal entre ambos productos radica en el hecho de que los PIAS están vinculados a seguros de vida mientras que los planes de pensiones son productos financieros de ahorro a largo plazo puros.
Los Planes Individuales de Ahorro Sistemático por lo tanto lo que persoguen es que el titular consiga tener una renta vitalicia asegurada, renta mensual que percibirá en función del capital acumulado durante la fase de ahorro (suma de todas las aportaciones).
Inicialmente eran productos comercializados exclusivamente por compañías aseguradoras con lo cual eran poco conocidos, pero hoy en día los comercializan entidades financieras de todo tipo con lo cual el incremento en la cifra de contrataciones se está produciendo lentamente pero se produce.
Es fácil ver por lo tanto que su funcionamiento posee dos fases de tiempo:
La duración del seguro comprende los siguientes periodos:
- Fase de aportaciones o de acumulación de ahorro, que deberá de ser mínimo de 10 años y un día (si se quiere tener beneficios a nivel impositivo). Es la etapa en la que el cliente realiza aportaciones de forma sistemática, flexible y de acorde a sus ingresos.
- Fase de renta vitalicia, en la cual el titular recibe la citada anteriormente renta vitalicia en función del capital acumulado en la fase de aportaciones.
En la primera fase está vinculado a un seguro de vida en caso de fallecimiento del titular mientras que en la segunda fase, la renta no deja de ser una prestación de un seguro de vida en caso de supervivencia, es decir, un seguro que devolverá mensualmente y de forma indefinida una cantidad en forma de renta.
Lo que debe de quedar claro es que en estos PIAS, la figura del titular (el que aporta), el asegurado y el beneficiario es la misma persona. En caso de que este fallezca entra la figura del seguro de vida lo que significa que debe de indicarse en el momento de la firma cual sería la cuantía a percibir por los herederos legales del titular en caso de que se produjese el citado fallecimiento.
Diferencias con Planes de Pensiones
Pero de todo lo visto hasta ahora podemos ya indicar cuáles son las diferencias de los PIAS con respecto a los planes de pensiones.
Y es que mientras que los planes de pensiones tienen como objetivo el acumular una cantidad a recuperar cuando se jubile el titular, los PIAS nacen con ese mismo objetivo pero pueden ser recuperados en forma de renta antes de que llegue la edad de jubilación. Es decir, los planes de pensiones se vinculan a la jubilación y los PIAS puede pero no es obligatorio.
Ambos productos poseen beneficios fiscales en la declaración de la renta del titular. Los planes de pensiones año a año deduciéndose de la base imponible las aportaciones realizadas y los PIAS en el año en el que se recuperan, ya que en función del tiempo trascurrido y edad del titular, el tipo impositivo a aplicar sobre la rentabilidad obtenida se reduce.
Mientras que en los planes de pensiones, salvo excepciones, no se pueden rescatar antes de la edad de la jubilación, los PIAS pueden ser rescatados en cualquier momento, con la condición de que si se recuperan antes de que hayan pasado diez años y un día desde la aportación de la primera prima o aportación, no se producirá el beneficio del tipo impositivo que indicamos en el párrafo anterior.
La finalidad última u objeto final del producto, así como el nivel de liquidez de ambos, son la características diferenciadoras fundamentales.
Desde nuestro punto de vista, los PIAS son un producto de ahorro a largo plazo muy interesante, sobre todo por el tema de la liquidez que poseen, muy distinta de la que poseen sus competidores los planes de pensiones.