Pesadilla
Esther Estoa Paradelo
Abrió los ojos y se encontró sola. Perdida. Sabía que no debía adentrarse en el bosque pero algo la atraía. Como si fuera un imán…
En cuanto dejó atrás los primeros árboles un escalofrío le recorrió todo el cuerpo. El aire era denso y si no fuera por sus pisadas estaría en completo silencio.
Y entonces, a lo lejos, lo vio. Un ser alto rodeado por una especie de niebla que se iba acercando cada vez más a ella. Era imposible verle la cara pero aún así le pareció lo más aterrador que había visto jamás. Se quedó paralizada.
Tenía que escapar pero no podía. Rezaba para que pasara de largo. Quizás no la había visto. Pero entonces se paró… Le brillaban los ojos. Rojos como la sangre. La miraba fijamente y ella a él.
“CORRE” le gritaba una voz en su cabeza. “¿ESTAS LOCA? CORRE! SAL DE AHI!”. Sus piernas le respondían. Por fin. Y se puso a correr como nunca antes lo había hecho. Sabía que la seguía pero ella corría y corría. Si frenaba sabía que sería su fin.
Esther Estoa
