Y para comer… O Roxo Vivo. Visitamos Quiroga para conocer la propuesta de un restaurante con mimbres para ‘Estrella’
- Sostenibilidad, honestidad y fusión de tradición y modernidad son la base de su propuesta
- Su interpretación del pulpo ha entusiasmado tanto en la comarca como en las limítrofes
- Aparte del menú diario y la carta, han preparado tres propuestas muy especiales de cara a estas fechas
- Información y reservas: (+34) 982 43 51 41
No hace ni un mes, abría nuevamente el restaurante O Roxo Vivo, en Quiroga.
Y lo hacía de la mano de Perla y Unai, una pareja joven, con experiencia y sobradamente preparada. Las ganas de dar un cambio a su vida les llevó a cambiar Madrid por estos nuevos ‘fogones’ en Quiroga.
Como todo proyecto antes de la inauguración, se viven grandes expectativas, llama la atención, más en una localidad muy necesitada de emprendedores (en este caso concreto cuatro puestos de trabajo directos) y ‘gente nueva’ que pueda frenar la sangría poblacional que tanto afecta al rural gallego.
Pero… ¿y un mes después? Nos hemos acercado a palpar la realidad, tras un mes como noviembre, no especialmente bueno para el sector y con la crisis sanitaria que estamos viviendo. Respuesta: la ilusión y las ganas siguen intactas y el balance sólo se puede clasificar de muy positivo. Tanto el menú como la carta ya tienen fieles y esa es la mejor señal. Una carta, que tendrá pequeñas variaciones cada quince días para adaptarse a los productos de temporada y mostrar nuevas facetas e interpretaciones del chef. Hasta la fecha dos son los platos que “mayor éxito están teniendo”, su propuesta de pulpo, a la parrilla con parmentier de patata morada, chips de ajo y mayonesa de pimentón. Mención especial ya que en tierra del ‘á feira’ no es nada sencillo; y su cachopo, con ingredientes gallegos de calidad suprema, una mezcla de ternera, jamón de ‘porco celta’ y queso de Arzúa.
Pero hablando con Unai, se entiende que el resultado vaya por este camino. El bagaje y el currículum lo tiene, y ha sabido plasmarlo en una cocina honesta, sin artificios innecesarios, acorde a la zona y que estamos seguros se convertirá en punto de peregrinación de los amantes de la gastronomía.
Cada elaboración, se basa en la honestidad del producto con su sello personal. Un producto, de cercanía, de lo tan denominado ahora km0, de suma calidad y que no engaña al comensal. Una filosofía que aplica a su vida personal, de búsqueda de la esencia, del tiempo (del que necesita una familia para relacionarse o de una elaboración para aportar lo mejor de si) y de esa mezcla que tradición y modernidad que encarna él mismo y su apuesta por retornar a sus orígenes aplicando todo lo aprendido en cocinas nacionales e internacionales. Su historia, sus ganas, ideas e ilusión nos han recordado la de otros jóvenes cocineros visitados y que ya se han convertido en referente desde Ponferrada, como son José Antonio del Don Jaime o Samuel del Muna (aprovechamos para felicitarlos por su más que merecida primera Estrella Michelín, otorgada recientemente). Si se plasma todo lo comentado, le auguramos similar futuro.
Pero cojamos cuchillo y tenedor. Nos dejamos aconsejar por su personal, que como no podía ser de otra manera, traslada la filosofía de Unai a la sala. Trato amable, conocimiento del producto y buenas indicaciones.
Empezamos con unos entrantes. Si algo tienen es toque personal. Su filosofía, en los platos. Tanto la ensaladilla, como las patatas bravas o las croquetas (que según nos cuentan también irán variando el ingrediente principal) de cocido no dejan indiferente. Buena presentación y sabor, sobretodo sabor. Detalles como la mayonesa de remolacha, no sólo “decoran” potencian y conjugan el sabor de las croquetas y le dan equilibrio.
Como no podía ser de otra manera continuamos con el pulpo. No podemos más que recomendarlo (mucho). Merece la pena el viaje sólo por disfrutarlo. Entendemos que se haya convertido en un plato estrella, la tiene. El punto del pulpo a la parrilla, la combinación con el acompañamiento y la mezcla de sabores hacen un plato que estamos seguro conseguirá aumentar sus fieles. No vamos a decir que sustituya ‘á feira’ pero estamos convencidos de que no tardando mucho, por la zona se irá a comer el ‘pulpo a la Unai’.
Recomendamos encarecidamente el “pulpo a la Unai”, una reinterpretación de un clásico, pasándolo por la parrilla y con un acompañamiento y presentación de plato ‘con estrella’
No defrauda la continuación. Se nota el género y se consigue un cachopo de sabor intenso del ‘porco’, bien afinado por el queso de Arzúa y envuelto por la mejor ternera gallega. Valor seguro.
Nota: de éste plato no ponemos foto, esperamos que lo cortéis y descubráis los aromas que transmite y como el queso de Arzúa navega por su interior.
Para el postre, a pesar de tener propuestas más elaboradas, debemos reconocer que no podíamos con más y decidimos ir a unas “simples” natillas. El valor y sabor de lo casero, de verdad, también es un lujo, imaginamos, y dejamos pendiente una de sus propuestas más innovadora. Si nos encantaron las natillas ya estamos saboreando otras alternativas. Volveremos.
Tras finalizar la comida, hablamos con Unai sobre sus siguientes pasos. Lo tiene claro, mantener la línea, seguir con su apuesta y tratando de que cada persona que va a su casa a comer salga satisfecha (y añadimos nosotros, particularmente, con ganas de repetir).
A pesar de las restricciones, nos demuestra que viene a por todas y tiene preparados tres propuestas de menús para estas fechas. Además se puede reservar el local para celebración de eventos (de lunes a jueves y los domingos tardes/ noche) tales como cumpleaños, cenas empresariales o privadas con cita previa y menús cerrados.
Ahondamos en sus propuestas navideñas que van desde los 25 euros hasta los 40 euros (bebida incluida). Donde, dependiendo de la opción elegida, se podrán degustar sus ya clásicos como el pulpo o las creaciones de O Roxo Vivo en torno a los mejillones, la codorniz, el cochinillo o el cordero, así como huevos rotos con gulas y gambas, brocheta de langostinos crujientes o postres como el tiramisú o la torrija de brioche. Opciones de calidad para gustos y bolsillos.
Tres menús maridados con entrantes, principales y postres que se adaptan a los paladares, y estómagos, más exigentes. Vale la pena conocerlos y tenerlos en cuenta como opción de cara a estas fechas.
O Roxo Vivo cumple todas las medidas de seguridad, esperemos que las condiciones sanitarias permitan que se puedan disfrutar sus propuestas, ellos tienen toda la ilusión en poderlas ofrecer, pero también saben y recalcan que la salud es lo primero.
Los menús navideños van desde los 25 hasta los 40 euros. Calidad, innovación, variedad y cantidad (y con la bebida incluida) #Enjoy
Toca marcharse. Nos despedimos muy satisfechos de un restaurante del que habíamos recibido buenas críticas. Sabemos que llena en sus menús del día, que tiene una llamativa y atrayente carta con un precio acorde a la calidad que oferta y que se renueva. Que además apuesta por la proximidad y la sostenibilidad. En definitiva, que merece la pena el viaje. Para llegar basta con coger la N-120. Podemos disfrutar de la zona visitando Montefurado o el Geoparque Mundial de la UNESCO Montañas do Courel y para comer…
apostar por un ‘Roxo’ que está más lleno de vida que nunca. Esa vida que le ha devuelto la familia formada por Perla, Unai y sus dos ‘peques’. Toda la suerte del mundo familia, la merecéis.
- Cómo llegar:
Si queréis profundizar en su historia os recomendamos el reportaje de los compañeros de Xornal de Lemos, muy recomendable.
También el de un medio local, Diario de Quiroga, pero de calidad nacional.