Así nos relata una de las víctimas de un tal «Jesús de cerca de Lugo» que desde hace unos cuatro meses está enviando mensajes e incluso llamadas a numerosas mujeres en Valdeorras y el Bierzo.
Todas coinciden en lo mismo, tiene sus datos (sin actualizar en varios casos, y con nombres familiares) con lo que les lleva a pensar que se trata de alguien que tenga acceso a una base de datos de clientes, inclinándose por algún tele-operador.
La situación que describen es siempre la misma, mensaje con el nombre y si siguen residiendo en la dirección, contestación para saber quién es, y mensajes de si no se acuerdan de él, que lo pasaban muy bien…(todo ello en tono muy grosero, ofensivo y tratándolas como prostitutas). Todo ello a horas intempestivas.
En las pocas ocasiones que contesta a las llamadas, la respuesta es desafiante y amenazando con con enviar a «sus amigos» de Madrid o del País Vasco.
Bien es cierto, que la Policía hace todo lo posible, pero se está cuidando muy mucho ya que a pesar de no ocultar el número, sólo utiliza sms (indica que pueden ser números de empresa), deja pasar cierto tiempo entre contacto y contacto, momento en el cual piensan «ya acabó, fueron dos días, menos mal que se cansó este…». Así no se acude a la policía, no queda constancia del hecho, se borran las llamadas y mensajes.