Me voy a Marte

Alba Novoa

Alba Novoa

Escribo esto mientras llueve y me debato entre terminar de estudiarme los análisis de historia del arte o leerme el libro nuevo que me he comprado sobre un astronauta. Pero lo realmente importante es que llueve. El mar está gris y plano. No hay nadie por el paseo marítimo (por la calle del pueblo que está al lado de la playa, vamos). Y el sonido de la lluvia golpeando el techo de mi puesto, me relaja. Relaja tanto que hace que llegue al estado mental de ‘persona normal y corriente’ (y eso ya es difícil).

Pero me relaja más saber que en tres días estoy de vacaciones. Sin exámenes. Sin trabajo. Sin nada que hacer aparte de recoger, limpiar mi habitación y cobrarles el alquiler a las criaturas que vivan entre mis montones de ropa. Después de un año entero sin parar, estos cinco días me van a saber a gloria.

Voy a ordenar todo, a hacer limpieza de espíritu. Y con ‘limpieza de espíritu’ me refiero, obviamente, a ponerme como una foca comiendo helado de chocolate (o chocolate en general) mientras me paso el día tirada en el sofá viendo ‘Embarazada a los 16’, ‘Teen Mom’ y ‘Catfish’. A lo mejor no lo estoy haciendo del todo bien, pero si tengo 25 y no tengo hijos ni la he palmado pillándome por uno en internet, hay alguna esperanza (la hay. La hay. LA HAY, ¿VALE?).

Mars

Voy a ver las películas que tengo atrasadas, y las series también. Voy a ver los programas de las bodas de los domingos al mediodía. Voy a escribir. Voy a leer en mi ‘libreta de cosas’ las cosas que escribí hace tres meses y que ya hoy no tendrán ni pizca de gracia. Voy a robarle el coche a mi madre y voy a conducir calle arriba, calle abajo. Voy a tumbarme en la playa a ver las estrellas.

Voy a parar, que he descubierto que, a veces, viene muy bien. Parar y sudarlo todo, resetear. Vaya, recargar las pilas de toda la vida de Dios, que voy de mística pero no he inventado nada.

Voy a coger energías, porque el curso empieza fuerte – de entrada, una semana de taller y performance con Catherine Bäy en el Museo Pompidou de Málaga (suena pomposo, ¿verdad?) y traumatizar a pobres almas desgraciadas con chistes malos en un micrófono abierto el día 26. Después llegan mis mocos a la academia. Y después toca estudiar, readaptar, escribir y dejar fermentar el plan B del verano que viene.

Aunque, bueno, pensándolo mejor, creo que voy a dormir directamente. Cinco días, nonstop, en plan experimento de la NASA – total, no me va a dar tiempo a hacer todo lo que quiero (y aquí todo o nada, o se hacen las cosas o no se hace nada). Si despierto de vuelta, escribiré en
un par de semanas (supongo que sobre ‘el extraordinario caso de los andaluces bichos bola’). Si no, estoy en la próxima misión a Marte.

Ya subiré las selfies. Mua.

Alba Novoa

http://albanovoaf.wix.com/albanovoaf

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