Matías Ortega plasma su visión de la Costa da Morte
- Se trata de su última publicación
- Un recorrido con su particular visión y cargado de multitud de fotografías
«A Elena, mi esposa, y a mí el paisaje nos resulta familiar pues, aunque no hayamos visitado nunca esta zona, es el típico de la Galicia rural. Pequeñas aldeas en las que las casas antiguas comparten territorio con otras recién reformadas en cuyas paredes la piedra sigue siendo una constante y mantienen por tanto un orden que no altera al conjunto». En los primeros párrafos Matías nos ubica en lo que está a punto de experimentar y recuerda experiencias y conocimientos sobre Galicia, a la que adora y enaltece, muestra de ello, es esta publicación.
Sinopsis por el autor
La costa gallega, en el tramo que se extiende desde Caión hasta la Villa de Muros, recibe el nombre de Costa Da Morte. Es un recorrido que conviene hacer sin prisa y que, aunque no sea un lugar de presencia masiva de visitantes, a mí me gusta hacerlo en épocas en que el turismo se escaso.
Mi primer viaje a este lugar se produjo en una primavera que resultó agradable por la bonanza del tiempo que aun así nos regaló momentos de nubes y brumas en los que pudimos apreciar, mis acompañantes y yo, la bravura de ese mar que por momentos te encoge el corazón. El oleaje y la espuma que levanta el agua al chocar con los múltiples peñascos que salpican las cercanías de las playas es todo un espectáculo.
Impone la mole del Cabo Vilano, cual gigantesca nave que parece querer adentrarse en el océano. Sobrecoge el ánimo, la tragedia vivida por los marinos del Serpent inglés en las cercanías de Camariñas, cuando en la playa de trece naufragó la embarcación. Los 170 miembros de su tripulación perecieron cuando el mar y las circunstancias meteorológicas destrozaron su nave. Los restos de estos marinos reposan, en el Cementerio de los Ingleses muy cerca de Camelle, villa marinera donde otro foráneo, este alemán, dejó una profunda huella.
Muxía y su Santuario de A Virxen da Barca, Camariñas y sus encajes, Muros y sus estrechas calles, La Lagoa y el Monte Louro, Finisterre, y muchos rincones más son A Costa Da Morte la cual podéis seguir y conocer conmigo de la mano de mi narrativa y mis fotografías. Bo Viaxe
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