- El patio del centro concentró a más de 400 alumnos, además de padres y profesores que degustaron castañas, se embadurnaron con la ceniza y baliaron al son de la música
Más de 400 alumnos del colegio Condesa de Fenosa de O Barco participaron en un magosto organizado por el centro en el patio del centro. Fue una jornada muy especial en la que tanto los más pequeños como los adultos disfrutaron con la degustación de las castañas asadas y, sobre todo, con la peculiaridad del magosto: tiznarse manos y cara con el carboncillo del asado.
Los más pequeños realizaron juegos con las castañas y, la mayoría, se embadurnó con el hollín, arremolinándose continuamente en el suelo sobre una “manta” de hollín sólo con la finalidad de teñirse a fondo manos y caro. Y todos , tanto alumnos, como profesores y padres lo pasaron en grande, inmortalizando la jornada a través de continuas fotografías.
Los profesores del centro comentaron que una de las tradiciones de este colegio de O Barco es que no sólo acuden los actuales alumnos sino también otros que lo fueron en su día y que cursan ahora estudios en otros centros de la localidad.
Eso sí. Fue un magosto sin riesgos para los pequeños ya que la zona del asado de las castañas fue acordonada con vallas de seguridad para evitar que los pequeños se acercasen al fuego.
El Condesa Fenosa vivió su magosto, el magosto de los niños.
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