Locas del coño
Hola. Es un artículo largo y denso. Para compensarlo, al final dejo un chiste que he robado (‘Swiper, no robes!’ Dora, ahora no toques los huevos, Dora).
Estoy indignada con el artículo viral este de las ‘Locas del coño’ y esta es mi respuesta digna de post del UpSocl ese. Escribe una loca del coño de verdad. Acreditada. Con referencias. Con experiencia para volcar un tráiler lleno de papeles del sumario de la trama Gürtel. De esas que enganchan, pero no lo suficiente porque se las ve venir, como la ola que sabes que se va a producir cuando tu amigo ese que basa su dieta en Bollicaos y Panteras Rosas dice que se va a
tirar a bomba. Soy un Caballo de Troya: muy bonito de primeras, pero espérate a la primera regla o hazme un desplante gordo y verás que soy capaz de destruir el país con la punta de un dedo.
Sí, también escribo Whatsapps por la noche, sobre todo cuando el vodka tiene cita con mi sangre y se dan una vuelta por mi cuerpo (¿podemos llamar locos de los huevos a los tíos que hacen lo mismo para ver si caemos y zumbamos con ellos? ¿podemos?). Y siéntete afortunado si los recibes, porque es muy probable que signifique que eres el que ocupa mis pensamientos durante el día.
Sí, también puede que el sexo sea increíble. No porque sea una zorra que se zumba a medio país sin miramientos, sino porque si eres la persona con la que quiero estar lo pondré absolutamente todo en cada momento. Si no es asi, estarás estancado en la versión de prueba eternamente, hazme caso.
Sí, es probable que llore porque porque ese pájaro no pueda coger el gusanito y el disgusto derive en que cuando tenía cuatro años una niña me rompió en el patio mi pasaporte de Iberia. Sobre todo en las dos semanas del mes en las que mis hormonas celebran su rave particular (a veces me gustaría que sangrarais por el pito y no fuera por una ETS – comentario feminazi, lo sé, pero es la verdad). Y seguramente la líe, no a niveles jamás imaginados, pero la liaré. Porque soy un manojo de nervios, un poco agresiva y cabezota. Una combinación explosiva, ¿eh?
Sí, soy celosa. Por lo de la experiencia, ¿sabéis? Mia y ajena. Si leísteis el artículo anterior, podéis ver una muestra. Intento no serlo, me esfuerzo, me paro y pienso. A veces lo consigo, otras no. No es que las personas sean propiedad las unas de las otras, es que si tengo una piruleta, no vengas tú a chupar de ella. No lo intentes. ¿Por qué? Pues porque estoy loca del coño, por eso.
Pero no, no controlo. La vida sigue su curso. Las personas siguen el suyo propio. Por mucho que me enrabiete, me enfade o llore, tú tienes tu vida y eres dueño de ella. Si me siento dolida por algo que has hecho, es cosa mía y de nadie más. No voy a cancelar los planes a última hora a no ser que sea totalmente necesario. No me voy a gastar tu dinero, ni te voy a forzar a que lo hagas. No te voy a pedir regalos caros ni te voy a poner en el compromiso. Porque sé lo que cuesta ganarse el dinero. Porque ha sido tu esfuerzo y no el mío, y se me cae la cara de vergüenza de sólo pensar en verme como esas subnormales que exigen de todo a los tíos con
los que salen (‘Es que no me ha comprado el bolso que quería…yo le quiero, pero no se si así vamos a poder seguir’, ‘Me preguntó que a dónde quería ir en la primera cita y le dije que a un restaurante caro, que me iba a invitar él, y si no lo hacía, no follaba’. ¿Flipando? Testimonios reales). No te voy a llamar ni te voy a escribir cada cinco minutos para ver qué haces, si has comido o dónde has ido o por fin has entendido lo de sangrar por el pito. Porque confío en ti.
No, tampoco me dejo llevar con facilidad. También por la experiencia. Soy insegura y tengo mil miedos, más de los que a mi me gustaría tener (ojalá fueran ponis. Tendría muchos ponis. O chocolate. Sería una obesa diabética muy feliz).
Y ten muy clara una cosa, si soy tu loca del coño, soy tuya y de nadie más. Porque, como buena loca del coño, no tengo cabeza ni memoria para estar articulando relaciones secundarias a escondidas de nadie. Ni ganas. Porque está feo. Muy feo. ‘Lo que no quieras para ti, no lo busques para los demás’, ¿nos suena?
Por todo esto estoy indignada. Porque ese artículo habla mal de las de mi gremio. Porque igual que las strippers no son prostitutas, o que el que fríe hamburguesas en un McDonalds no es cocinero nivel Ferrán Adriá, las locas del coño no somos niñatas estúpidas poseídas por la necesidad constante de llamar la atención y autoafirmarse como ‘mujeres’ a través de gritos, puñaladas y desplantes a los hombres y al resto de mujeres (oh, no queréis estar delante en
esos despellejamientos sagrados, de verdad).
Nosotras estamos zumbadas y tenemos días bipolares como las que más, pero quiérenos y
mataremos por ti, no a ti.
Chiste:
– Se abre el telón y hay un niño tirándole una piedra a un coche. Se cierra el telón.
¿Cómo se llama la obra?
+ AQUÍ RESPONDÉIS: ‘NO SABEMOS ALBA, ILUMÍNANOS’.
– ‘Luna nueva’
Os debo una caña. El que haya llegado hasta aquí abajo, me avise.
Alba Novoa
http://albanovoaf.wix.com/albanovoaf