Leyendas bercianas: La Leyenda del Lago de Carucedo
Que nuestra Comarca es un país con una atmósfera especial, lleno de sortilegios, energías especiales y fantasía, es un hecho que cualquier visitante percibe. Es más, algunos señalan enclaves que se incluirían dentro de la positividad del cosmos.
En incontables lugares se ha instalado, desde los tiempos más remotos, la creencia de quelas aguas dulces que proceden de las fuentes, ríos y lagos constituirían una manifestación imaginaria de las grandes dotes del espíritu femenino. En las tierrasbercianas, y expandidas en varias localidades, se asegura la presencia de las ninfas Camenas.
Los relatos conservados se refieren a la visibilidad de estos seres inaprehensibles en relación con dos fechas exactas: los días de San Juan y San Pedro.
El agua adquiere, conforme indica la tradición, unas propiedades extraordinarias en la noche de San Juan. Por ello a medianoche, en Castrillo de Cabrera, se conducía a abrevar y remojar en el río a la cabaña ganadera. Así los rebaños se mantendrían sanos, puesto que en esos momentos las aguas eran benditas y reconfortaban, curaban y prevenían enfermedades o patologías diversas. También el agua de las fuentes se reconvertiría en medicinal para los humanos, adjudicándosele unas cualidades mágicas, que solucionarían las disfunciones y males respecto a la garganta o a la glándula tiroides. En Pereda de Ancares el ritual desarrollado concluía con la toma de agua de nueve fuentes distintas, el día de San Pedro y siempre antes del alborear.
Es una práctica ancestral también el uso de las plantasregadas o pulverizadas con agua benéfica: en Ancares, la flor del “loureiro”; en numerosas localidades, la flor del “bieito”o saúco; en Valtuille de Abajo, las denominadas “hierbas de aire” y la elaboración de un aguardiente con una mezcla en la que intervenían nueces verdes,…
Sin duda, en asociación con las aguas y el día mágico deSan Juan, se narran historias en las que aparecen las ondinas: mujeres que habitaban el líquido elemento, controlándolo y rigiéndolo hasta cierto punto. La más renombrada es la bella ninfa acuática Carissia, que vivía en las inmediaciones de la mítica ciudad deLucerna, en el seno de un lago.
LA LEYENDA DEL LAGO DE CARUCEDO:
La intrépida ninfa Carissia gozaba de una vida relajada y regaladaen tiempos de los romanos. Pero la casualidad hizo que conociera al hermoso y apuesto general romano Tito Carissio. Desde este instante se enamoró locamente de él.
El militar romano había logrado muchos éxitos en su carrera, como la conquista de la ciudad astur de Lancia y bastantes batallas en El Bierzo. Transcurría el año 19 a. C., el mismo en el que tomaría brillantemente posesión del asentamiento de Castro Bérgidum.
La ondina no podía ser correspondida por el joven guerrero latino ya que, debido a la fuerte resistencia planteada por los astures, esta relación era desaconsejable y rechazada en la mentalidad romana.
Carissia, al sentirse despreciada y abandonada, cayó en una enorme depresión. Tal era su dolor y sufrimiento que con las lágrimas derramadas dio origen al majestuoso Lago de Carucedo, en cuyo fondo resplandece la ciudad de Lucerna cuando el astro rey empieza a mandar sus rayos dorados en la mañanita de San Juan.
La leyenda se ha actualizado añadiendo que en la noche de San Juan es la bella Carissia la que surge del interior del lago, estupendamente acicalada, a la búsqueda de un guapo y amable galán. La verdad es que nadie dispone de elementos que ayuden a encontrar a la despechada moza, por la apreciable extensión de la masa de agua. No obstante, hay quien afirma que cierta persona se topó con un peine de cuerno y con algún mechón de pelodorado al reflejo de la luminosidad solar. Esto serviría al objeto de confirmar que la cita es real, rememorando los amoríos frustados de Carissia con su admirado romano.