La víctima del robo en Baxeles: “¡Lo único que quiero es que me dejen tranquilo!”
- El vecino trata de reanudar su vida normal después del asalto y el pueblo durmió con “mucho miedo” mientras la Guardia Civil investiga
A primera hora de la mañana de hoy, martes, Leopoldo Rodríguez, el vecino de Baxeles (Vilamartín) asaltado por cuatro encapuchados armados en su propia casa se encontraba en su domicilio, acompañado de una de sus hijas, tratando de reanudar su vida normal, después de recibir asistencia médica por los fuertes golpes que le propinaron los ladrones. El día después al robo, Leopoldo Rodríguez, visiblemente afectado y también enojado, exclamaba a la puerta de su casa: “¡Lo único que quiero es que me dejen tranquilo! Ya hablan de más los vecinos, si no hubiesen hablado, esto no habría sucedido…”, señalaba en tono de reproche, rechazando hacer ningún tipo de declaración sobre lo sucedido.
Un reproche que sus propios vecinos calificaron de “muy normal, teniendo en cuenta el trauma y lo mal que lo habrá pasado. Lo que nos importa es que él esté bien porque pudo haber sido mucho peor. Podían haberlo matado y también nos podría haber pasado a cualquiera”.
Eladio Losada y Fermín Macía Fernández, dos vecinos que residen en la pequeña localidad, comentaron que “nunca había pasado algo así. Los ladrones se marcharon en una furgoneta blanca grande. Aquí prácticamente dejamos las llaves en la puerta”.
Relatan que “no nos enteramos hasta que eran las cuatro de la tarde pues se produjo a la hora de la siesta” y recuerdan que el año pasado hubo “algunos robos en Vilamartín, pero no le hicieron daño a nadie y los ladrones entraron cuando no había nadie. Esto que ocurrió en Baxeles nos ha dejado de piedra”.
Una emigrante en Alemania, que pasa estos días las vacaciones en el pueblo, señaló que “dormí con mucho miedo, con las llaves de casa en el bolsillo. En un pueblo tan tranquilo no me esperaba esto pero es cierto que hay pueblos de Galicia que registran robos de este tipo”.
La Guardia Civil investiga ahora los hechos y, de hecho, pasó gran parte de la tarde del lunes tratando de recabar alguna prueba que conduzca a la autoría del robo.
En el robo, los cuatro ladrones se llevaron 40.000 euros en dinero y joyas.