La pequeña “odisea” del recuento de votos en las mesas electorales: dudas, complicaciones y retrasos para el escrutinio final
- Aún cuando los miembros reciben un manual del proceso a seguir días previos a las elecciones en cada uno de los procesos encuentran dificultades
Ser miembro de una mesa electoral no es tarea fácil, aún cuando se remunere con unos 62 euros. “Nos ha tocado a los dos, a mi mujer y a mí…y aquí estamos”, decía con descontento un matrimonio el domingo. “El día es muy largo, agotador y que no surjan dificultades”, deseaba algún miembro de las mesas al comienzo de las votaciones. Y, una vez más, surgieron.
Llegado el cierre de los colegios electorales comenzó la “carrera y los obstáculos del recuento”, que siempre marcan tiempos distintos de cierre entre las diferentes mesas de los distintos colegios electorales, por grande o pequeña que sea la mesa. Por poner un ejemplo, una de las mesas de A Rúa fue la última en cerrar el escrutinio con respecto a las otras 6 de la localidad y las 17 de O Barco, que acabaron antes. El ritmo lo impuso en todas ellas el grado de dudas, errores, los imprevistos y, sobre todo, la tarea nueva y desconocida que durante un día desarrollan los ciudadanos que conforman las mesas.
Y es que las elecciones volvieron a dejar constancia de la pequeña “odisea” que atraviesan los miembros de las mesas a la hora del recuento de votos. Integradas cada una de ellas por un presidente y dos vocales, que son elegidos por sorteo entre la población, algunas mesas tuvieron que efectuar un nuevo recuento del recuento de los votos, algo ya muy habitual que a veces se suscita por discrepancias con los propios interventores o bien porque los votos se contabilizan erróneamente. Pero también hubo dudas a la hora de enfrentarse a situaciones recogidas en el manual como cubrir o firmar sobres de las actas y el “papeleo” en general que lleva asociado el cierre del escrutinio.
“Somos novatos, se ha complicado”, comentaban los integrantes de una mesa de la comarca de Valdeorras que se demoró con el escrutinio de los votos hasta las 12,30 de la noche . Pero “novatos son todos”, valoraba en voz alta un vecino durante el recuento en alusión a que en cada proceso electoral se elige por sorteo a personas diferentes. “Lo que ocurre _añadía_ es no se habrán leído o no habrán entendido el manual, de modo que habría que mejorar este sistema de instrucciones para los miembros de las mesas a fin de que no tengan dificultades o problemas”, proponía .
Así las cosas, el punto común a la experiencia durante un día de los miembros de la mesas fue la sensación de gran alivio al finalizar esta tarea que exige tiempo y gran responsabilidad.