La apuesta por la conservación de las bodegas de Petín: “A cova do Salva”
- Salvador Domínguez Álvarez dedica su tiempo libre a restaurar su “cova” y ha convertido cubas de vino en despensa y maletas antiguas en botelleros
La apuesta por la conservación y restauración de las bodegas de Petín quedó ampliamente demostrada durante la reciente y tercera edición de la Ruta das Bodegas en la localidad. La mayor parte de ellas, de las 15 que sirvieron vino, “presumen” y lucen con encanto. Y para muestra, un botón: “A Cova do Salva”, un espacio para el vino pero también un “refugio” de su propietario, Salvador Domínguez Álvarez, para hacer lo que le gusta hacer en su tiempo libre: la restauración de la misma y de las piezas antiguas que guarda en su interior.
“A cova do Salva” es una “cova” en toda regla y muy especial. Su dueño pierde la noción del tiempo arreglando y reformando con sus manos objetos de valor etnográfico de la misma, hasta el punto que ha convertido una cuba de madera para el vino centenaria en una graciosa despensa en la que, de forma muy ordenada, cuelga ajos, almacena almendras, miel, conservas, huevos, maíz, guindilla, licores y otros productos del campo. La imagen que brinda es de postal. También ha recuperado una maleta-baúl de hace muchos años y la ha transformado en un botellero. Nada se le resiste. Y no para.
Salvador Domínguez cuenta que “voy restaurando la bodega poco a poco. Me paso aquí días libres, tardes y vacaciones. Me encanta hacerlo. Hice de la cuba una despensa porque no la usaba. Hay quien opta por poner las cubas en el jardín, a mí se me ocurrió que podía ser una buen lugar de almacenamiento. También le puse piedra a la escalera y, ahora, voy a incorporar pizarra al suelo”.
Relata que la “cova” es para uso y disfrute particular si bien “está abierta a todo el que la quiera conocer y la celebración de la Ruta das Bodegas es, cada año, la ocasión ideal para mostrarla”.
Y es que en su “cova” se pueden ver desde un “pote” (alambique de aguardiante de hace muchos años), a máquinas de coser antiguas, cubas, llaves, botellas y un “sinfín” de objetos de antaño que dan personalidad a su bodega.
Y la afición continúa. Día a día seguirá sacando partido a su “cova”.
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