Jorge Minas: “la máscara se viste, nunca se disfraza”

  • El organizador de la Mascarada Ibérica de Viana do Bolo y Vilariño de Conso considera que las máscaras de invierno y Entroido deben ser declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
  • Afirma que “hace falta más inversión y promoción de la tradición del rural, aún insuficiente”

 

Jorge Minas Domínguez Couso, vecino de Punxeiro (Viana do Bolo), es una de las personas más vinculadas a la tradición y el Entroido en Viana do Bolo. Es el precursor de la Mascarada Ibérica, que este año cumple ya su cuarta edición,  uno de los principales “escaparates” de las máscaras más ancestrales de Ourense, Galicia, España y Portugal.

Jorge Minas, coordinador de la Mascarada de Viana do Bolo

 

Jorge Minas, comprometido hasta la médula con las tradiciones más ancestrales, ha investigado sobre las máscaras de su municipio, pero también sobre otras de la provincia ourensana y de España. De hecho, atesora un extenso trabajo, gráfico y escrito que, aunque inicialmente no tiene previsto publicar, sí lo considera fundamental para promover y tener presente esta riqueza cultural y  no sólo una vez al año, sino día a día.

Jorge Minas, que colabora con distintos colectivos que persiguen la conservación de las tradiciones como la Sociedade Antropolóxica Galega, es uno de los vecinos más implicados con representaciones ancestrales como la del Entroido. De hecho, tiene 37 bombos para tocar el “Fulión”, que “no los vendo, pero sí los presto”, cuenta,  y posee nada menos que seis máscaras de Boteiro.

Si alguien es consciente de la riqueza que supone para un pueblo su tradición, máscaras y Entroido, ese es Jorge Minas, quien considera que dichas máscaras deberían ser declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, una reivindicación que sueña y  por la que lucha.

 

La Mascarada Ibérica es el mejor ejemplo de riqueza y diversidad en el mundo de la máscara rural, de invierno,  de Entroido… ¿qué reivindica usted?

Que primero se reconozcan como Bien de Interés Cultural (BIC) y, después, que la Unesco reconozca todas las máscaras de invierno como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Las máscaras no tienen nada que ver con un carnaval de Tenerife o Cádiz, con un carnaval de ciudad. Las máscaras no se disfrazan, las máscaras se visten. No son un disfraz. En España hay más de 600 máscaras y figuras rurales. Hay muchas tradiciones. La máscara de invierno se traduce en una riqueza cultural y diversidad, pero todas ellas siempre tienen un elemento en común. La provincia de Ourense es una de las que más tiene.

 

¿Hace falta más inversión para conservar y potenciar las máscaras; se echa en falta más promoción para los Entroidos más ancestrales?

Hace falta más promoción para darle un impulso y su valor real. No es cuestión, por ejemplo,  de contar con un Museo do Entroido en Xinzo de Limia si no hay otras actividades paralelas y con continuidad en el tiempo. Es preciso también editar material didáctico. “El Quijote” sólo es uno, sólo hay uno, pero máscaras hay muchas… Y para emprender esas actividades hace falta economía para el rural, sin ello tampoco se avanza.

 

¿Quiere decir que no se destinan recursos económicos para conservar estas tradiciones?

Tradición es igual a economía. Y  no nos dejan explotarlo puesto que no hay apoyo suficiente. Las máscaras y el Entroido implican dinero. La tradición es economía. Hay que promocionarlo más y, realmente, estamos a años luz de otras zonas donde sí se invierte y se apuesta por ello.

 

En los últimos años hay un “boom” del Entroido, también en Viana Do Bolo donde cada vez hay más visitantes…

Sí. Y la prueba más es que se forman “fulións” en todas partes. Es decir, lo bonito se copia. Pero esto puede desaparecer en el momento en que las instituciones no apoyen la difusión y desarrollo de estas tradiciones.

 

¿Se ha desbordado el Entroido en Viana do Bolo?

No, porque las miles de personas que acuden al Entroido lo hacen el día del desfile, el Domingo Gordo en Viana. Pero la fiesta diaria, los días en que se toca con la gente mayor, un jueves, por ejemplo, no hay esa marea de personas.

 

¿Cree que el Entroido y tradición deben incorporarse a las aulas para que los alumnos conozcan su verdadero sentido  y significado?

Totalmente. Necesitamos introducir el Entroido en las aulas, que los niños conozcan la repercusión y el valor de las máscaras, que se publiquen libros y material didáctico sobre el Entroido, que forme parte del estudio de niños y jóvenes para que se conserven las tradiciones.

 

La capacidad hotelera se queda pequeña en Viana y la localidad vecina de Vilariño de Conso durante la Mascarada Ibérica

Sí.  En esta cuarta edición son 700 personas, alojadas en establecimientos de ambas localidades. No hay capacidad hotelera suficiente. Unas 250 personas son “fulións” y 450 pasan la noche en hoteles, hostales y un albergue.  Y entre 60 y 70 personas lo hacen en sacos de dormir.

 

¿Los Ayuntamientos de Viana y Vilariño de Conso se han involucrado en la Mascarada Ibérica?

Sí. Sin la ayuda de los Ayuntamientos no sería posible. Además, cuento con la ayuda de 12 personas que de forma permanente se han entregado a la organización de la Mascarada.

 

¿Por qué su pasión por las máscaras?

Me gusta y, sobre todo, creo que hay que preservar tradiciones tan ancestrales. De hecho, viajo a muchos lugares para colaborar, conocer e involucrarme con lo que tiene que ver con las máscaras de invierno. Recientemente estuve en SilióCantabria, para ver  la salida de las Vijaneras.

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