Inversión de 2,3 millones de euros en actuaciones de emergencia para reparar los daños provocados por los incendios
- El MAPAMA invierte 2,3 millones de euros en actuaciones de emergencia en las demarcaciones hidrográficas del Miño-Sil, Duero y Cantábrico
- Para reparar los daños provocados por los incendios de octubre en esas zonas
- En total, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente invertirá 1,35 millones en la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, 515.000 euros en la del Duero y 430.000 euros en la del Cantábrico
- En la demarcación Miño-Sil se actuará en las provincias de Ourense, Pontevedra, Lugo y León para paliar los daños causados en los los cauces de las zonas más afectadas
El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) invertirá 2,3 millones de euros en actuaciones de emergencia para reparar los daños causados por los incendios registrados los pasados meses de septiembre y octubre en las demarcaciones hidrográficas del Miño-Sil (1,35 millones de euros), del Duero (515.000 euros) y del Cantábrico (430.000 euros).
En la demarcación hidrográfica Miño-Sil se actuará sobre una superficie de más de 28.000 hectáreas en cauces de ríos y afluentes como Brull, Mirela o Senna en Ourense, Mendo, Uma o Tea en Pontevedra, en la Cuenca del Rego de Bregadiñas en Lugo o en las cuencas de los ríos Cabrera, San Miguel y Las Vegas en León, entre otros.
Las áreas de actuación se corresponden con las zonas más afectadas por incendios de extensión mayor de 300 Ha. En el total de la Demarcación Miño-Sil se actuará en 26 zonas, 15 en la provincia de Ourense, 6 en la de Pontevedra, 4 en la de León y 1 en la de Lugo, éstas han sido definidas y delimitadas por la Comunidad Autónoma como zonas de actuación prioritaria
Las inversiones se destinarán a eliminar los tapones formados por los restos vegetales que cayeron al cauce de los ríos debido a los incendios; a la retirada de residuos y sedimentos que hayan podido llegar hasta los cauces y que disminuyen su capacidad de desagüe; a la corta de ejemplares quemados y con riesgo de caída sobre el río, así como a la poda selectiva de aquellos ejemplares dañados pero que presentan indicios de rebrote.
Además, también se ejecutarán defensas puntuales de márgenes en puntos sensibles a sufrir erosiones, así como fajinas para evitar el arrastre de cenizas hasta el cauce.