- Permanecía desde el pasado viernes en la perrera de A Rúa donde fue depositado después de recorrer más de 50 kilómetros con un grupo de peregrinos
El perro «peregrino» es perra
El perro que quería ser “peregrino” es perra, se llama Esmeralda y acaba de ser recuperada por sus dueños, vecinos de la localidad de Toral de Merayo (Ponferrada), que se desplazaron hasta la perrera de A Rúa para recogerla después de conocer su paradero a través de este periódico.
La perra se había sumado, el pasado viernes, a un grupo de peregrinos de Navarra, Andalucía, Italia, Suiza y Alemania que, al llegar a A Rúa, después de recorrer algo más de 50 kilómetros, dieron parte a la Guardia Civil y a la Policía Local para que la trasladasen hasta la perrera.
Su dueña
“Mi marido y yo pensábamos que se había extraviado y que nunca la recuperaríamos. Me eché a llorar cuando nos reencontramos en la perrera de A Rúa, y la perra también. Nada más escuchar nuestras voces ya se puso muy contenta”, dice Elena Bilbao, propietaria del animal. Relata que “es una perra muy dulce, buena y sociable, un amor” y que, posiblemente, como “está acostumbrada a caminar por el monte con mi marido, no supo volver a casa”.
Elena Bilbao dice que, ante todo, “estoy muy agradecida a todas las personas que se han preocupado y ocupado de ella en los últimos días”. Además relata que, tal era su disgusto cuando la creyó perdida, que “hicimos un anuncio en páginas de redes sociales del Bierzo para tratar de encontrarla, con el fin de que si alguien la había visto se pusiese en contacto con nosotros, pero nunca hubiésemos imaginado que iba a aparecer. Estamos encantados y la historia tiene un final feliz”.
Esmeralda viajó desde A Rúa hasta Toral de Merayo lamiendo a sus dueños de alegría hasta que cayó rendida y se quedó dormida. Ahora está de nuevo en su hogar, después de una aventura que, en este caso, tuvo un desenlace feliz.
Historias únicas en el Camino
El Camino de Santiago está lleno de historias únicas, como la de Esmeralda y su emocionante reencuentro. Pero no es la única: el franciscano belga Jan es otro peregrino con una misión especial, recorriendo 5.000 km a pie junto a su burra con la intención de fundar una nueva congregación en El Bierzo. Descubre su inspiradora travesía.
