El Museo Geológico de Quiroga: “viaje a las entrañas de la Tierra”
- El Ayuntamiento ampliará las instalaciones de uno de los espacios que recibe cada año a cerca de 1.000 escolares, además de turistas
- La réplica del oso de las cavernas es la que más llama la atención, principalmente de los niños
El Museo Geológico de Quiroga es uno de los espacios clave para conocer una parte de la historia de este municipio de Lugo. El museo se creó a raíz de la Declaración de Monumento Natural del Plegamiento de Campodola, hace cinco años, un paraje singular de gran relevancia y todo un referente turístico.
En este momento, el Ayuntamiento cuenta con un proyecto de ampliación de este museo porque Quiroga junto a otros ayuntamientos lucenses, concretamente Ribas de Sil, y Folgoso do Courel, presentaron en su día una candidatura al Unesco para la declaración de Geoparque de ese territorio conformado por los tres municipios.
Adentrarse en el museo es todo un “viaje”a las “entrañas” de la Tierra, una inmersión en un municipio en el que se encuentra la huella del punto de unión de las dos masas continentales que dieron lugar al nacimiento del territorio de Galicia hace 350 millones de años; el sinclinal de la Sierra do Courel, entre las aldeas de Campodola y Leixazós, de este municipio de Quiroga.
El museo profundiza en la geología de la zona a través de cinco salas denominadas así: La formación del territorio de Galicia; La historia paleontológica de Galicia y la evolución de la vida; La edad de los hielos (el Pleistoceno); Las primeras ocupaciones humanas y La minería.
Tiene un carácter marcadamente didáctico. De hecho, según apunta una de las personas que lo atiende el fin de semana, las principales vistas son de escolares (desde Primaria, ESO y Bachillerto) y universitarios, seguidos de otros grupos como miembros de asociaciones y turistas en general. De hecho, está incluido en el Proyecto Terra, que al año reporta unas 800 a 1.000 visitas anuales de escolares.
El museo cuenta con una exposición sobre los principales acontecimientos de la historia geológica de Galicia en el que se muestran rocas y minerales y se data la edad de los materiales durante el Plegamiento de Campodola, que cuentan con una antigüedad de entre 400 y 500 millones de años.
Otro apartado profundiza en la fauna del cuaternario con réplicas como la un oso de las cavernas, sobre el que hay constancia de que convivió con el oso pardo, si bien era de un tamaño muy superior al oso pardo. También se pueden contemplar huesos de dichos animales.
“La réplica del oso de las cavernas es lo que más llama la atención, principalmente a los niños”, dice una de las personas encargadas del museo.
Tan interesante como la exposición anterior es la sala dedicada a fósiles del Paleozoico; El Pleistoceno y un panel de cómo fueron las glaciaciones, además del tipo de glaciares que habría en O Courel y los valles glaciares de A Seara y Vieiros.
La evolución de los humanos a través de distintas réplicas y leyendas que explican el momento en que llegaron a la zona, así como los útiles y herramientas que emplearían los homínidos también son otro de los puntos de la exposición del Museo Geológico de Quiroga.
Además, existe una amplia referencia a las rocas y la minería. Así, hay que citar la aurífera de la época romana, donde su huella más visible es el túnel de Montefurado. Pero también la minería de hierro, que fue bastante importante en esta zona hasta el siglo XIX (sólo en el ayuntamiento de Quiroga funcionarían 7 herrerías, lo cual es espejo de la importancia de este sector y, en la actualidad, quedan restos de estas herrerías, además de existir una restaurada para turismo rural, la Herrería de Rugando). Y, también, la caliza que, a pesar de las escasas manifestaciones calcáreas en la zona, sí hay presencia de hornos para transformarla.
Además, la zona tuvo minería de antimonita. De hecho, hay una explotación de antimonio que está situada en Villarbacú, que tuvo bastante importancia en su momento y se conservan todavía restos. El antimonio se explotaba en Villarbacú y se trasladaba después a la estación de ferrocarril de San Clodio para enviarlo y exportarlo a Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial, porque en aleación con el plomo se utilizaba para reforzar los cañones de las armas.
Y finalmente, la pizarra, que fue el principal sustento económico de la comarca desde los años 80 hasta el 2.000, conservándose esta actividad minera en la actualidad.
El Museo Geológico de Quiroga merece la pena y puede ser un punto de partida para un posterior conocimiento de esta tierra llena de vida y recursos.
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