El día de Vilamartín en la BacoFesta de A Rúa
- Fue el primer municipio invitado y el pregón fue pronunciado por José Fernández
Vilamartín tuvo su día propio y protagonismo durante la inauguración de la BacoFesta de A Rúa. Este año, por primera vez, el Ayuntamiento decidió crear el apartado de “ayuntamiento invitado”, siendo el municipio vecino y limítrofe de Vilamartín el elegido para estrenar dicha invitación que, además, contó con jaima propia para mostrar sus tradiciones, fiestas y cultura. El pregonero de la celebración fue el presidente de la sección de Historia del Instituto de Estudios Valdeorreses (IEV), José Fernández.
El alcalde de A Rúa, Luis Fernández Gudiña, relató a los asistentes las novedades de esta edición de la BacoFesta que termina en unas horas, como la incorporación del Ayuntamiento invitado, al que calificó de “hermano” y al que agradeció el esfuerzo realizado para participar así como el acompañamiento en el desfile, desde el Puente de A Cigarrosa en Petín hasta el recinto ferial de O Aguillón, del Folión Os Viticultores, del que también forma parte el alcalde de Vilamartín. “Nuestra idea es que nos muestre su cultura, gastronomía y todo aquello de interés para que los visitantes sepan qué pueden ver.
Otra de las novedades de la fiesta es la decoración, “más potente”, calificó Fernández Gudiña y recordó que la celebración brinda vino, artesanía, juegos populares y música.
El alcalde dijo que Baco, además de ser dios del vino, “era un dios liberador para que la gente olvidase sus quehaceres diarios y se dedicase a la diversión. Y eso es lo que pretendemos en BacoFesta, que la gente disfrute”.
Y dijo que si alguien conoce a fondo la historia de la comarca ese es José Fernández, pregonero elegido por el Ayuntamiento invitado.
José Fernández empezó hablando del dios Baco, señalando con sentido del humor que Constantino Magno, jamás hubiese imaginado que, después de implantar el monoteísmo, iba a llegar A Rúa y, en pleno siglo XXI, “desenterrar a Baco”.
Retrocedió en el tiempo, a la época de los romanos, relatando pasajes de la historia como la explotación de minas a cielo abierto en Las Médulas, Valdegodos, Córgomo, A Pala (Somoza-Vilela), Montefurado y el Barranco Rubio (Fontei), que teñían de rojo el río Sil debido al proceso empleado para la extracción y separación del oro, en el que además se empleaba mercurio, y “todo iba a parar al río”.
José Fernández hizo un repaso a la vida en A Rúa, en los tiempos en que las calles estaban llenas de vida citando bares desaparecidos ya como La Alpargatera, La Taza de Petín , Casa Avelino y el Bar Madrid, entre otros. También de los tiempos en que los vecinos llenaban los cines Avenida y Rialto e invitó a la recuperación de los pueblos, del comercio y de la felicidad de las pequeñas cosas.
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