El alcalde de Vilamartín se encierra en el Ayuntamiento para exigir a la Diputación el arreglo de la carretera de San Vicente
- El vial se está derrumbando y lleva 25 años en mal estado
La carretera de San Vicente, en el municipio de Vilamartín de Valdeorras, cuya titularidad es de la Diputación provincial de Ourense registró en los últimos días graves derrumbamientos que incrementan el mal estado en el que ya se encontraba. Las lluvias provocaron nuevos daños en el vial.
Por este motivo, el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, y vecinos de la localidad, llevarán a cabo medidas de presión para exigir a la institución provincial medidas urgentes para su reparación, que constituye un problema de seguridad vial para los que transitan a diario por ella. De hecho, el regidor, lleva siete años intentando buscar una solución mientras que la carretera arrastra un profundo deterioro desde hace 25 años.
Enrique Álvarez Barreiro, acompañado por el diputado socialista en la Diputación Miguel Bautista y el portavoz, Francisco José Fraga, así como los alcaldes de A Rúa, Luis Fernández Gudiña y el de O Barco, Alfredo García, expuso las iniciativas que desarrollará en un acto en el pueblo que contó con la presencia de más de 30 vecinos .
Así, una de las medidas de presión, para que se ofrezca una solución temporal a la carretera, va a ser que a partir de hoy, martes, el alcalde se va a encerrar en el Ayuntamiento de Vilamartín. “No saldré hasta que la Diputación ponga sobre la mesa una medida temporal para este vial, incorporando máquinas a la zona para sacar piedras de la parte superior de la carretera que están aprisionando y provocando el derrumbe, según nos explican los entendidos en el tema”, explicó Enrique Álvarez Barreiro.
La extracción de las piedras podría paliar la situación de la carretera, ya que supondría mayor espacio y menos peso en el tramo que se está cayendo.
El proyecto definitivo sería el relleno de la fosa para evitar el corrimiento de tierras. Además de esta medida, los vecinos van a elaborar pancartas y exhibirlas en los ayuntamientos vecinos y también en sus coches.