Conocemos la categoría ‘Gran Vino de Rueda’ de la mano de Bodegas Cuatro Rayas
- Colaboración del Grupo Sobrelías (Revista, MarketPlace y Guía)
Aunque ya en alguna ocasión os hemos acercado la cata de vinos elaborados al amparo de la D.O. Rueda, hoy os queremos presentar, por si alguien aun no la conoce, que dentro de esta Denominación de Origen hay diferentes categorías de los vinos y, queremos hablaros de lo que son los de la categoría ‘Gran Vino de Rueda’.
Y para ello os acercamos la cata de este vino que elabora Bodegas Cuatro Rayas, Cuarenta Vendimias Cuvée 2020 Gran Vino de Rueda.
Lo primero es comentaros que en esta categoría, que solo lleva unos años implantada en esta Denominación, se incluyen solamente aquellos vinos que vinos son elaborados con uvas que provienen de viñedos con más de 30 años de edad, en lo que el rendimiento es inferior a los 6.500 kg por hectárea y que presentan un ratio de transformación del 65%.
Vinos que presentan en buena lógica diferencias en su cata a los habituales vinos de añada, ya que en ellos se buscan uvas de mayor calidad que reflejen mejor la tipicidad de la varietal y del terroir de procedencia.
Además, los vinos de esta categoría son pensados para que presenten un mayor potencial de guarda, con una estructura que les permita una larga vida en botella donde crezcan.
Como os comentábamos anteriormente, os acercamos el vino Cuarenta Vendimias Cuvée 2020 Gran Vino de Rueda.
En este vino nos encontramos con un gran trabajo de lías, a lo que le acompaña una estancia breve en barricas de roble, aumentando la complejidad en su cata conservando la frescura de la varietal, en este caso, la Verdejo.
En la copa parada, su atractivo color amarillo pajizo nos muestra un vino vivo, con reflejos dorados fruto del trabajo de las lías y que se presenta tremendamente brillante y limpio.
La tipicidad de la varietal, las peculiaridades del viñedo, la crianza de lías y el paso por barrica, condicionan enormemente la nariz. Intensidad bastante alta, compleja, con predominio de fruta blanca, algunos cítricos, aportes florales, con el inconfundible toque a hinojo de la verdejo. La madera le da tostados, algún aporte especiado dulce y algún balsámico con fondo mineral.
Boca compleja, de ataque fresco y afrutado, vivacidad al paso, largo, gracias a la muy buena acidez que presenta. Buena estructura que le da capacidad de guarda como os comentábamos al inicio. Elegante, de muy buen volumen, sabroso, ligeramente untuoso y graso, de muy buena persistencia y un final muy largo.
Un vino realmente excelente que nos permite conocer con mayor profundidad y complejidad os vinos Verdejos, sobre todo si somos de los que estamos acostumbrados a probar vinos jóvenes solamente.
Gran ejemplo para comprobar que los vinos blancos en nuestro país tienen una gran capacidad de guarda