Casi 3 millones de euros para 166 viticultores gallegos para la reestructuración y reconversión varietal de las viñas
- El Diario Oficial de Galicia publica hoy la resolución de las personas beneficiarias de estas ayudas de la Consellería de Medio Rural, con las que se mejorarán casi 290 hectáreas de superficie
El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica hoy la relación de las personas beneficiarias de las ayudas que convoca a Consellería de Medio Rural a los planes de reestructuración y reconversión de la viña en Galicia. En total son 166 viticultores los que recibirán cerca de tres millones de euros para desarrollar acciones que permitan reordenar y mejorar la producción vinícola gallega.
La superficie de viñedo en la que se va a actuar gracias a estas subvenciones es de casi 290 hectáreas. Por provincias, la mayor parte corresponde a Pontevedra, con 123,5 hectáreas y 62 personas beneficiarias. Le sigue Ourense con 92 hectáreas y 78 personas beneficiarias. En A Coruña se reestructurarán 51,7 hectáreas de 12 personas y en Lugo 21,9 hectáreas y 14 beneficiarios. Por zonas vitícolas, el mayor número de personas beneficiarias corresponde a la Denominación de Origen Rías Baixas (73), luego la de Valdeorras (29), seguida del Ribeiro (25), Ribeira Sacra (16) y Monterrei (22). Asimismo la Indicación Geográfica Protegida (IXP) Ribeiras do Morrazo con una persona beneficiaria.
Principales objetivos
Los principales objetivos de estas ayudas son llevar a cabo reajustes estructurales que hagan disminuir los sobrecostes de producción de las explotaciones vitícolas de Galicia, donde predomina el minifundio. Además, se consigue la mejora de las técnicas de gestión de las viñas y reconversiones varietales para optimizar su orientación al mercado, adaptando las producciones a la demanda, al tiempo que se preservan las variedades viníferas autóctonas de nuestra comunidad. De este modo, se aprovecha la elevada calidad diferenciada de la uva como ventaja competitiva en un mercado cada vez más globalizado
Asimismo, a través de estas aportaciones aumenta el grado de profesionalización del sector vitícola gallego, al tiempo que se potencia el relevo generacional y un desarrollo rural socialmente viable, facilitando el acceso a las explotaciones de las personas viticultoras jóvenes y capacitadas, en particular de las mujeres viticultoras.