Acto conmemorativo del Día das Letras Galegas 2021

  • Intervención del presidente de la Xunta

 

Autoridades presentes,
Señoras y señores.

Una feliz casualidad quiere que este Día das Letras se celebre coincidiendo con el 40 aniversario de la Autonomía. La democracia gallega, la Galicia democrática, nace hace cuatro décadas repleta de intenciones reformadoras que en muchos casos se cumplieron, y en otros se iniciaron.

En este días destacamos los logros que trajo consigo el autogobierno en todo lo que alcanza al bienestar material de nuestro país. Cualquier comparación que podamos hacer entre la Galicia de los ochenta y la Galicia de nuestros días, en cualquier sector o actividad, ofrece un balance que permite hablar de una milagro cuya autoría corresponde al pueblo de Galicia.

Sin embargo esa distancia abrumadora entre el pasado y el presente se hace casi inconmensurable se pasamos del desarrollo material a lo que podríamos llamar desarrollo espiritual, para englobar todo aquello relacionado con los sentimientos más hondos de nuestra gente. Los gallegos recuperamos la fe en nosotros mismos. La Autonomía permitió que nos reconociésemos como un pueblo fuerte, unido y capaz de los grandes retos. Ese despertar tantas veces invocado en el himno se hace realidad y se refleja en un país grato que avanza en libertades, en obligaciones y bienestar.

En ese resurgimiento la lengua es el gran catalizador. En cierta manera el pueblo gallego le devuelve al idioma que nos es propio una deuda que se remontaba a siglos atrás. El gallego fue la antorcha que permitió que nuestro país se hubiese alumbrado en la oscuridad, y hubiese caminado con paso firme en el camino que desemboca en el autogobierno. La lengua proclamó que me seguíamos existiendo.

A pesar de no contar con parlamentos ni con gobiernos de por sí, Galicia no se derrumbó gracias a una cultura diferente que reivindica nuestro papel en el mundo. En una fecha como la de hoy podemos pensar en los gallegos que vivieron en 17 de mayo de 1863 la publicación aquí en Vigo de Cantares Gallegos de Rosalía de Castro. Institucionalmente Galicia no existía, pero era una realidad palpitante con libros que suministraban su futuro.

Pues bien; Galicia paga esa deuda situando la recuperación como una fundamental prioridad. Todos los gobiernos que nuestro país tuvo desde entonces rindieron tributo a ese principio que alcanza tanto nuestra cultura como nuestra convivencia. Gracias a ese acuerdo básico, la normalización se convirtió en tarea transversal en la que todos los gallegos están invitados a participar y seguir participando.

El pueblo gallego acierta cuando decide hacer del idioma un puente y no un vallado, un punto de encuentro y no una disyuntiva. Tengo para mí que la convivencia estrecha entre gallegos le debe mucho a la pertenencia a una cultura común que congrega y no separa. Mantenerla, impulsarla, deslplegarla en todas sus energías es un deber y, en mi opinión, también es un derecho.

Señoras y señores, estamos en Vigo, en el barrio del Calvario, en el instituto Castelao donde estudió, como se ha dicho, Xela Arias. Aquí se dan cita hoy tres mujeres que contribuyeron mucho a ser como somos. Tres trabajadoras de la palabra. Está Rosalía de Castro, que motiva la fiesta de 17 de Mayo . Está Emilia Pardo Bazán, fallecida un 12 de Mayo de hace cien años. Y está Xela Arias, poeta, traductora, editora, maestra y madre.

Rosalía yergue la bandera del Rexurdimento reivindicando un idioma que parecía relegado a la pobreza.

Emilia proyecta los motivos gallegos en obras que tienen un eco literario en el mundo entero.

Xela aporta continuidad, transición y modernidad de la mano de esa poesía escrita “para leer pausadamente”, en palabras del presidente de la Real Academia Gallega, Victor Freixanes.

Hija de Valentín Arias, en buena medida continúa la labor de su padre, mentor del cooperativismo gallego, gerente de la editorial Galaxia, y autor entre otros de un estudio precursor titulado A lingua galega na escola.

En la propia historia familiar de Xela Arias se da esa suerte de carrera de relevos entre generaciones que hace que los escritores y pensadores gallegos sean primero alumnos y luego maestros.

Nuestra escritora representa también una importante transición: la que se da entre la Galicia rural y la Galicia urbana. Ese tránsito no era fácil cuando Xela Arias inicia su carrera literaria porque el mundo urbano se veía como algo ajeno a la cultura propia del país. Ella lucha contra lo tópico, lo doblega y ayuda de manera decisiva a que la lengua se sumerja en aquel Vigo de los ochenta en plena efervescencia social y cultural.

La autora de Tigres coma cabalos, personifica igualmente la modernidad. “Poeta nas marxes”, afirma de ella Manuel Bragado. Innova, rompe moldes, inventa neologismos, huye de convencionalismos.

Mismo desde el punto de vista temático se atreve a entrar en terrenos poco explorados entonces como la maternidad, el feminismo o la crítica social.

Ya en el terreno de la traducción aportación al gallego obras cumbres de la literatura universal, desde Drácula hasta El Quijote.

Como “urbanizadora” de nuestra cultura, como introductora de nuevos horizontes, como una de las creadoras de la industria editorial del país a través de Edicións Xerais, merece que le digamos “Gracias maestra”.

Pero ese agradecimiento sería pequeño si no hubiese sido acompañado por acciones como el Plan de Dinamización da Lingua na Xuventude, algo tan necesario, y el Proyecto Nós que presentamos hace una semana, destinado a potenciar el uso de nuestra lengua en los distintos dispositivos conversacionales.

En torno a la figura de Xela Arias, estamos promoviendo una amplia programación en colaboración con editoriales como Xerais, Galaxia, Bolanda, Laiovento, Ir Indo o Baía; con instituciones como la Real Academia Galega, como el Consello da Cultura Galega y la Radio Televisión de Galicia; y con empresas privadas. Programamos asimismo cerca de medio centenar de acciones en toda Galicia. Me refiero a muestras como Xela Arias. Asinamos ser libresTigres coma cabalos y Aquela nena de Sarria.

En formatos digitales o audiovisuales, el proyecto Vencerse é cousa de se tratar, que hace realidad el deseo de Xela de llevar al escenario su última obra.

También la difusión de treinta píldoras audiovisuales alrededor de la autora, o un novedoso videomapping que proyecta versos e imágenes de Xela en edificios y emplazamientos significativos del país.

Señoras y señores. Tenemos la inmensa fortuna de vivir en una Galicia en la que la el idioma une a los gallegos y no nos separa de nadie.

Ni Rosalía de Castro, ni Emilia Pardo Bazán, ni siquiera Xela Arias cuando inició su andadura literaria, pudieron imaginar un resurgimiento como lo que hoy experimentamos, y en el que quedan muchísimas metas por conseguir. Que lo que queda por hacer no nos impida sentirnos satisfechos de lo logrado entre todos.

Gracias a todos. Enhorabuenas a la Banda da loba por estos poemas traducidos a canciones, y a la Coral Casablanca, la más laureada de Galicia.

Y gracias sobre todo a esa maestra que hoy aquí en Vigo, vanguardia de la industria y de la cultura, aplaudimos. Y, desde aquí, para toda Galicia.

 

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