Más de 1.500 personas salieron a la calle en O Barco para reivindicar la mejora de la sanidad
La manifestación discurrió por las calles de la localidad para reclamar más especialidades para el Hospital Comarcal Valdeorras y la ampliación de medios técnicos profesionales
La sanidad en la comarca de Valdeorras importa, y mucho. Así lo demostraron ayer las más de 1.500 personas que salieron a la calle en O Barco para reivindicar mejoras en el Hospital Comarcal Valdeorras y protestar contra la supresión de servicios y especialidades.
La manifestación discurrió de forma pacífica por las calles de la localidad al compás de chiflos y bajo el paraguas de innumerables pancartas, incluso alguna de ellas de lo más original: con forma de lápida (RIP Fisioterapia) y manojo de flores. Además, los participantes en la misma corearon lemas como “Non a privatización” ,“Por unha sanidade digna”, “Sanidade de segunda, non”.
A la cita acudieron vecinos, sindicalistas, políticos y personal sanitario que se fundieron en una sola voz. El protagonismo de las caras más conocidas del ámbito público local quedó difuminado, en esta ocasión, por el profundo sentido de la manifestación: “con la salud no se juega. No es un negocio”.
Aunque la Consellería de Sanidade ha realizado algunas mejoras recientes en el hospital, como la incorporación de un nuevo mamógrafo y TAC, no es suficiente. Y ello porque, de forma paralela, el hospital comarcal ha ido perdiendo especialistas (pediatra, fisioterapeuta, radiólogo y anestesista, entre otros) y precisa muchos más medios que faciliten la labor asistencial de los profesionales sanitarios.
Suso Vilasánchez, portavoz de la Plataforma sanitaria, provisto de megáfono en mano, leyó un manifiesto que recogió el espíritu del descontento con la sanidad en Valdeorras. Expuso la falta de permanencia en las consultas hospitalarias de determinadas especialidades, atendidas por médicos que se desplazan de Ourense, una itinerancia que convierte el servicio en esporádico y el deterioro paulatino de un hospital que debería ser referente en la provincia. Además, criticó la falta de incentivos para atraer profesionales sanitarios hasta la comarca ya que son muchos los que rechazan o muestran falta de interés por trabajar en Valdeorras.
Pero la protesta más fuerte de la manifestación no fue la voz alzada a través del megáfono, ni las frases contundentes de las pancartas, ni el sonido de los chiflos, sino la voz callda, la voz del silencio de los cientos de personas concentradas cuya presencia,actitud y paso firme revelaron el deseo de proclamar que es hora de reivindicar un hospital digno para la comarca de Valdeorras.