Poseída
Algo se apoderó de mi.
Habría sido el día más mágico de mi vida, pero…
No sé bien lo que pasó.
Acabé con el amor de mi vida.
Estaba sola y de pronto sentí calor que me quemaba por dentro. Me sentí vacía, con un hambre voraz y apareció él. La única persona en el mundo que no debía abrir esa puerta.
No pude contenerme…
Destrocé al amor de mi vida.
Algo se apoderó de mi y jamás me abandonó.
Esther Estoa
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