Ambientar una fiesta
Los diseñadores de interiores entre otras competencias tenemos la de crear ambientes, por ejemplo, para una fiesta.
Seremos capaces de recrear la ambientación de la Isla del Tesoro para un desfile de moda, la Era Glacial para una discoteca o el tan esperado Halloween.
Me gustan las fiestas temáticas con su decoración bien representada, a lo grande, exagerando todos aquellos iconos que representan la esencia del origen de la fiesta.
Si nos fijamos bien reconoceremos que en los últimos 15 años los objetos de ambientación han proliferado mucho. Cuando yo era niña, y pertenezco a la generación de los ´70, como mucho dos semanas antes de Navidad se colocaba un arbolito, que no ocupase mucho pues había poco espacio, con adornos, espumillón y la estrella coronándolo. Hoy en día en mi casa coloco la ambientación de Navidad el último fin de semana de Noviembre y se queda hasta el primer fin de semana después de Reyes, no soy la única la gente de mi entorno actúa prácticamente igual.
En cuanto al número y disposición de los adornos, seguimos con la Navidad, ha aumentado exponencialmente y es que HAY DE TODO, me encanta el Papá Nöel cantando y bailando, el reno que se ríe, la fuente con agua para el belén. Me encanta cargar la casa con objetos de ambientación de fechas señaladas aunque suelo centrarlo en una única estancia, el salón.
Cuando entramos en una tienda de decoración es increíble la cantidad de objetos que tenemos para escoger, a todos los precios lo cual está muy bien porque puedo seguir defendiendo que la decoración es cuestión de querer y apetecer. El hecho de que los establecimientos hayan observado que en los últimos años la población, y por tanto posibles clientes, han asumido el decorar sus casas, también los locales, con mayor profusión (debo reconocer que hábilmente las técnicas de venta cuajan muy bien) les hace abastecer sus estanterías con bellezas que no podemos dejar en la tienda y que en nuestras casas lucirán mejor (bueno podríamos abrir debate sobre si compramos lo que queremos o lo que nos enseñan…).
Este hecho, el de que decoramos más, ha producido que establecimientos como las ferreterías se llenen en estas fechas de corta pastas en forma de figuritas fantasma, calabaza o araña y es que la decoración también se aplica a la cocina, porque que gustazo da comerse una galletita en forma de brujita aunque le falte un poquitín de azúcar.
¿En que debo fijarme cuando quiero ambientar?, recomiendo abstraer la temática de la fiesta y eso nos dará una serie de elementos imprescindibles, por ejemplo, Halloween, lo primero que me viene a la cabeza son las calabazas (no se porqué pero es lo primero) pues a poner calabazas de diferentes formas, colores y tamaños por toda la casa, en este caso la comida que se prepare también debe ser temática incluida la decoración de los servicios, le toca el turno a las telas de araña pues a colocarlas portada la estancia sin remilgos a lo bestia porque no hay nada pero en decoración que un quiero y no puedo, no lo soporto, el único secreto para que funcione una ambientación es exagerarla, cuando tengamos la sensación de que hemos puesto de más estaremos por el camino correcto.