Excalibur, el perro de la enfermera infectada de ébola, ya ha sido sacrificado y será llevado a una incineradora de Paracuellos
Excalibur, el perro de la enfermera infectada de ébola, ya ha sido sacrificado y será llevado a una incineradora de Paracuellos. El perro de la enfermera con ébola ha sido sacrificado, y a la salida del furgón que lo transportaba, los gritos de ‘asesinos’ se han podido escuchar entre la gente que se agolpaba a la puerta del domicilio de la enfermera, incluso algunos de los manifestantes intentaban frenarla. Cinco personas se han tirado al suelo a modo de protesta y otros tantos se han puesto a llorar. Hasta el lugar han acudido cinco furgonetas de la Unidad de Intervención Policial (UIP).
Desde que ayer se conociera que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid iba a sacrificar al animal para evitar el riesgo de contagio, más de 300.000 personas han firmado en las redes sociales para intentar frenarlo.
Ha habido «cargas», según los testigos, y una mujer ha tenido que ser trasladada en ambulancia tras resultar herida leve. Se trataba de una señora mayor y antes de irse se estaba quejando de que le dolía el hombro.
La Consejería de Sanidad justificaba la decisión del sacrificio ayer en que el perro estaba en la vivienda en «estrecho y permanente» contacto con la paciente afectada por el virus y, de acuerdo con los hallazgos científicos disponibles, «supone un posible riesgo de transmisión de la enfermedad al hombre».
Personajes reconocidos han manifestado su postura contrario a lo que acaba de suceder, como por ejemplo el escritor Arturo Pérez – Reverte que hizo la siguiente declaración en su cuenta de Twitter: