Como enfriar nuestro vino de forma rápida

  • Colaboración del Grupo Sobrelías (Revista, MarketPlace y Guía)

 

Hoy en nuestra sección de vinos creemos que es el momento idóneo para dejaros este pequeño artículo a modo de recopilación de consejos para enfriar nuestro vino de forma rápida, ya que en el tiempo estival en el que nos encontramos y estando tan al día las comidas y las cenas veraniegas, seguro que a más de uno se le olvida poner el vino a enfriar y necesita una solución urgente.

Ojo, no confundir ‘de forma rápida’ con ‘instantáneo’, ya que esto último es prácticamente imposible. Pero la primera si que presenta varias posibilidades interesantes y que siempre es bueno tener en cuenta.

Lo primero que debemos de valorar si lo que queremos es enfriar la botella entera o la copa que vamos a tomar.

Para la primera opción, lo más socorrido es poner la botella en el congelador. Ojo, para ello es necesario que empleéis un paño húmedo para envolverla antes de meterla en el congelador, porque evita que se enfríe demasiado y que, en caso de que se nos despiste, llegue a crear hielo. Unos 10 minutos es suficiente.

Si preferís tener a la vista la botella mientras se enfría. La segunda opción es la cubitera con hielos. No tiene porque ser estrictamente una cubitera, llega con que sea un recipiente donde la botella quede bien colocada y cubierta de hielo. Consejo, mejor que el hielo esté picado y añadir un poco de agua fría y sal ya que acelerará el enfriamiento. Para que enfría toda, hay que cubrirla hasta el cuello de la misma. En unos 15 minutos, trabajo hecho.

Una tercera opción son las mantas de hielo que podemos guardar de forma periódica en nuestro congelador. Esta opción tarda más tiempo, ya que llega frecuentemente a los 25 minutos para conseguir el enfriamiento ideal. Por eso, es mejor emplearlas para mantenerlo frío y no para enfriarlo directamente.

Para la opción de enfriar el vino que vamos a tomar y no la botella, hay varias opciones también.

Un dispositivo como el Corkcicle es un aparato que tendremos en el congelador previamente y que se sitúa en el cuello de la botella este haciendo que el vino se vaya enfriando a medida de que se sirva.

Enfriar las copas es algo muy habitual. Una vez que el vino se sirve en la copa fría, la transferencia de temperatura del recipiente al líquido hace que se enfríe el vino de forma bastante rápida. El enfriamiento es rápido, unos 10 minutos, pero hay que evitar que la transferencia de temperatura sea demasiado rápida. Problema añadido es que cada vino deberá de ir en una copa, ya que una vez tomada la primera, la temperatura ya será ambiente.

Enfriar el vino en la propia copa también es una opción, digamos que doble. Echar hielos es algo peligroso, ya que al ser agua se van deshaciendo y aguado el vino. Por eso, si optamos por esta opción, que los hielos estén embolsados.

Una opción también es la de echar uvas congeladas. Puede que sea la opción más rebuscada ya que es necesario tenerlas en el congelador previamente, con el hándicap de que añadir uvas de un tipo a vinos elaborados con otras variedades no deja de ser un potencial problema.

 

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