Amandi, Amaral… ¡cuántas letras tenemos en común!
- Pregón pronunciado hoy por Eva Amaral en la XLI Feria del Vino de Amandi
O quizás es que en esta tierra se conjuga como en ningún otro sitio el verbo amar. No en vano, fue el amor el que me trajo hasta aquí hace algunos años, y la pasión que derrocháis en todo lo que hacéis, lo que me conquistó definitivamente.
Os he visto luchar contra los elementos. He visto a los más ancianos (ahí es nada) llorar de pena e impotencia el año en que la helada tardía se lleva por delante la cosecha. He visto el esfuerzo supremo que supone hacer prosperar esos bancales.
Es algo más que una tarea: es vocación y devoción. No hace falta que os diga que sois heroicos porque vuestro valor va más allá de cualquier etiqueta. Quizás sea la belleza que os rodea el catalizador de todo lo extraordinario que lleváis dentro. La brisa deliciosamente perfumada que respiráis al caminar entre fentos y carballos. El sol que os bendice y la bruma que llena de delicado misterio los amaneceres. El agua que lleva el Sil, sagrado corazón de Amandi, hasta sus venas capilares, los incontables regatos que serpentean en los meses más húmedos.
Sangre que será sabia y sabia que será vino. Vino y vides en cada casa. El fruto de vuestro trabajo para compartir con los vecinos o recibir a los recién llegados. La mejor carta de presentación ya que es la pura esencia y sustancia de vuestro espíritu y del ecosistema que habitáis. El paraíso terrenal. Vuestro patrimonio es humano por naturaleza y algún día la humanidad entera lo sabrá, pero en caso de que no llegaran a enterarse, seguiréis siendo el tesoro que algunas almas errantes hemos tenido la suerte de encontrar para quedarnos.
¿Cómo no caer rendida de amor ante las historias del tiempo de vendimia cuando en las aldeas familias enteras ayudaban a recoger las uvas de sus vecinos? Todo un ejemplo de convivencia y respeto por el bien común.
Llegan a mí los ecos de jornadas enteras arrimando el hombro, que terminaban en celebración, en vida, en niños y niñas pisando uvas entre risas, en pan y miel, en muelas de piedra, en barro cocido y madera para guardarlo y transportarlo todo.
Tradiciones ancestrales que se remontan a la época romana. Todos vosotros grandes y pequeños, estáis llamados a celebrar esa herencia en esta Feria do viño de Amandi. A celebrar también que habéis llegado a cotas de excelencia y que el futuro es vuestro. Brindemos por el amor y la vida, por los que ya no están y por los que vendrán.
Viva o viño de Amandi! Viva Sober! Boas festas!