«It’s only Rock and Roll… pero me gusta»
- Primera aportación de Juan «El letrastero» desde su sección “Acuéstate y suda”
- Repaso impecable a la situación del Rock and Roll
Se nos seca el manantial. Así de claro. Estoy convencido que a día de hoy, ningún chaval de 15 años, tendría la paciencia suficiente como para esperar una hora de programa radiofónico con los cinco sentidos sujetos al botón “Play”, y con el “Pause” pulsado, esperando su liberación para comenzar a grabar sobre una “Tedeká de 90”. Todo esto, acontecía en un austero radio cassette de marca germana, que no se me pase por alto.
Ahora que el Rock and Roll parece estar de moda, ¡Oh yeah! Ahora que las “celebrities” lucen camisetas de bandas sin ningún tipo de ética musical, ¡Oh más yeah!, es cuando un servidor divisa cercano el final (“This is the end” que cantaba Jim Morrison). Miro con cierta nostalgia mi colección de discos y… el número de bandas y solistas caídos en batalla supera con creces a los que todavía salen de la trinchera cada cierto tiempo para disparar a diestro y siniestro (TOTAL). Ya no disponemos de aquella BARRICADA, tras la cual marcábamos el límite de nuestros pulsos acelerados. No estamOS (RESENTIDOS) tristes, pero sí algo huérfanos de melodías y riffs de guitarras.
Me recorrió un frío por el cuerpo cuando me despedí en directo del maestro ROSENDO MERCADO (¡gloria al padre!), porque creo que él fue quien nos enseñó que esto del R&R era una manera de vivir. En ese preciso instante experimenté un vértigo desconocido: nos soltaba de la mano, dejándonos a merced de las nuevas tendencias, sin que ellas nos quieran reclutar, y sin nosotros querer formar parte de sus filas.
Ahora que Extremoduro también deciden entonar su canto del cisne, te encuentras con que ni tan siquiera vas a poder presenciar en vivo su funeral, ya que “ahora” y no “antes”, les salen fanes hasta debajo de las piedras; las entradas se agotan en un abrir y cerrar de ojos. “Mainstream”, que dice un amigo.
Será que por fin se hace añicos el tópico de que los rockeros no éramos tan indeseables como se quiso hacer ver. Será que tenemos vidas cotidianas, como el resto de personas. Que pagamos nuestros impuestos y cumplimos con nuestras obligaciones como ciudadanos… sí, será. Pero lo que está claro, es que en nuestro interior tiene un espacio reservado la rebeldía inconformista, y solamente por ese detalle, te sientes distinto dentro del rebaño, ni mejor, ni peor… distinto, recalco.
Mi pupila se clava fijamente en el lomo de los vinilos, y mi recuento funerario resulta abrumador. Tal vez, deberíamos empezar a concienciarnos de que nuestro estilo musical se está ya casi chocando la mano con la música clásica. Que Jimi Hendrix o Led Zeppelin son los nuevos Chopin o Mozart. Que seremos ya pasto de bandas tributo por doquier. Y que pase lo que pase… seguiremos escuchando esas canciones que forman parte ya de nuestro existir en este mundo.
Ya lo predijo Yosi de Los Suaves (Otra banda que D.E.P.):
¿Qué haremos con las guitarras, si matan al R&R?
- Por Juan «El letrastero»