«La idea de rotura, herida y fragmentación tiene su inicio en las grietas de los cristales, del Palacio Don Gutierre», Reme Remedios
- Inauguración de la muestra «Proyecto Rotura» de la artista Reme Remedios en el Palacio Don Gutierre de León el jueves día 4 de octubre a las 20:00 horas
El proyecto «Rotura» de la artista Reme Remedios se ha creado, ex profeso, para el programa de intervenciones artísticas que el Ayuntamiento de León promueve desde la Concejalía de Cultura. La presentación de la muestra, enmarcada dentro del programa de las fiestas de San Froilán, tendrá lugar el próximo jueves, día 4 de octubre, a las 20,00 horas de la tarde en el Palacio Don Gutierre, León.
La autora manifiesta que «la idea de rotura, herida y fragmentación tiene su inicio en las grietas de los cristales, del Palacio Don Gutierre, que separan y unen las zonas expositivas a intervenir».
Reme Remedios es una artista oriunda de Casaio (Carballeda de Valdeorras), vivió durante años en O Barco de Valdeorras y que desde 2006 dirige “Dosmilvacas”, Galería de Arte en Ponferrada (León).
- Prosigue explicando los elementos de la intervención.
«Elementos en la intervención: cristales rotos, madera, hojas de nogal, hilo, cuerda, reproducciones sobre papel de fragmentos de mi obra “Canción enterrar a los muertos”, 2009, y el dibujo original.
Fragmento de cristal: individuación. Entidad de aristas cortantes. Ser que se sostiene en el espacio de separación, y en el diálogo con otros microcosmos provenientes de roturas. Las hojas de nogal ejercen un poder cicatrizante compositivo, y llevan la narrativa de la intervención hacia la posibilidad de que cada elemento fragmentado se silencie, como la herida bien sanada, en composiciones armónicas, en un mapa de territorios Luz.
Nogal, Juglans regia: favorece la cicatrización de heridas en la piel.
Ingredientes: un manojo de hojas de nogal y un litro de agua.
Preparación: añadir las hojas de nogal al agua en ebullición. Hervir 15 minutos. Reposar y filtrar. Dejar enfriar. Aplicar repetidas veces sobre la herida hasta su perfecta cicatrización.
El ala amarilla de un pájaro, me lleva a la niña en la aldea, Romiña, siete años, verano, juego, hallazgo: cristales rotos en el camino de tierra, fascinación, coger los cristales calientes, buscar cuerda, unirlos y hacer un collar.
El ala amarilla, del mismo pájaro, me trae desde la infancia a la obra “Canción enterrar a los muertos”, que retomo, reproduzco sobre papel, recorto, separo, e integro en la intervención “Proyecto rotura”.»