Los lobos marinos, zarzuela a cargo de Solera Berciana
- Solera Berciana pone en escena Los lobos marinos, una zarzuela poco conocida de Ruperto Chapí
La coral Solera Berciana vuelve a acercarse al llamado «género chico» con el estreno de Los lobos marinos, una zarzuela poco conocida compuesta por Ruperto Chapí, con libreto de Ramos Carrión y Vital Aza. Dirigida en lo musical por Teresa Portela y en lo escénico por Cruz Vega, la pieza se presenta en el Bergidum mañana viernes, 2 de junio, a las 20:30 horas. Las localidades ya están a la venta.
Los lobos marinos es una zarzuela cómica en un acto, con música de Ruperto Chapí, considerado uno de los autores más importantes del género chico, y texto de Miguel Ramos Carrión y Vital Aza, dramaturgos de gran popularidad en la España de finales del siglo XIX.
Estrenada en el Teatro Apolo en 1887, alcanzó en su momento un aceptable éxito y destaca por «el donaire de la intriga, la vivacidad en el diálogo y la oportunidad de los chistes». Combina pasajes dialogados, canciones y partes instrumentales, con baile, romanzas y coros.
La Coral Solera Berciana pone en escena esta divertida zarzuela después de haber realizado otras representaciones del género como “La Corte del Faraón”, “La Gran Vía” y “Agua, Azucarillos y Aguardiente”, además de varias antologías. En el equipo artístico y ténico colaboran Alba Fernández García en las coreografías y la música en directo de la Escuela de Música “Ciudad de Ponferrada”, bajo la dirección de Teresa Portela. Cruz Vega es el responsable de la dirección de escena.
Paulo Varela Bello, Santiago Laiz Martínez, Pilar Bellas López, Concepción Martín Fernández, Anibal Rodriguez Martínez, Juan Prieto de Castro, Andrea Alonso Bello, Jesus Ochoa Mayo, Félix Rodríguez Pérez y Manuel Gómez Parra integran el reparto.
El autor, el alicantino Ruperto Chapí Lorente (1851 – 1909) fue un destacado y precoz compositor de zarzuelas: se dice que a los doce años compuso su primera obra. Estrenó profesionalmente su primera partitura en 1870 y de su pluma nacieron piezas como La tempestad (1882), La bruja (1887) o El rey que rabió (1891). Fue uno de los fundadores de la Sociedad General de Autores y Escritores (SGAE.), organización destinada a regular los derechos de los compositores, y maestro de Manuel de Falla.