De cerca: Calantornias y los cabezudos de O Barco, ‘esos grandes olvidados’
- Las calantornias y los cabezudos de O Barco, «esos grandes olvidados»…
Las fiestas de O Cristo de O Barco no lo serían sin su procesión religiosa en honor al «Nazareno» y sin sus calantornias y cabezudos. El día propio, el 14 de septiembre, es la fecha que conecta la fiesta con sus orígenes y el pasado. Las peculiares calantornias (gigantes) y cabezudos marcan una diferencia, un «sello de autenticidad» de la celebración que parece sepultado en el olvido, pese a seguir suscitando una magia muy especial entre el público.
Esas entrañables figuras traen a la memoria, principalmente de las personas mayores, el eco de antaño: «!…que vienen los cabezudos…corre… mira… las calantornias!», palabras que resuenan con fuerza en el recuerdo pero que no se han empleado para relanzar o potenciar un elemento inherente a la fiesta ya que su representación se queda escasa cada año restándole el protagonismo que merecen.
Hoy en día no se conservan las indumentarias originales e históricas de las calantornias y cabezudos, inmortalizados en muchas fotografías antiguas, pero las actuales son réplica de las de entonces.
Las calantornias y los cabezudos han despertado todo tipo de emociones a lo largo de su historia en O Barco, desde la admiración hasta temor. Y es que «los cabezudos nos atizaban con palos, lo hacían de verdad…nos asombraban, nos cautivaban y algunos le teníamos mucho miedo cuando éramos pequeños, hasta el punto de echar a correr hasta casa y escondernos debajo de la cama después de verlos», comenta una vecina de O Barco, recordando que recorrían el barrio de San Roque, la Plaza Mayor y algunos rincones más de la villa. Eso sí, sólo en las fiestas de O Cristo.
Debajo del cartón, uno de sus principales materiales, late el corazón de las personas que aman esta tradición y que, cada año, se convierten en dichos personajes para que no muera la tradición.
La evolución o modernización de las fiestas de O Cristo ha mantenido la salida de las calantornias y los cabezudos a duras penas pues, aunque sigue viva, y está claro que triunfa por sí sola, no tiene un hueco más amplio o visible en un programa de unas fiestas tan largas como las O Cristo.
Este año, el Concello de O Barco intentó relanzarlas convocando un taller para enseñar el arte de la elaboración de dichas figuras y que no llegó a realizarse pues tuvo que ser suspendido por ausencia de demanda.
Calantornias y cabezudos existen en otras localidades españolas, saliendo a diferentes horas de las fiestas, fundiéndose con la población y arrastrando tras de sí a cientos de personas pues son una apuesta segura, tanto para niños como para adultos. En O Barco, forman parte de la esencia de las fiestas de O Cristo, configurando uno los apartados más llamativos y mágicos de las mismas, pero su salida queda difuminada pues prácticamente se reduce a la procesión religiosa…
Las calantornias y los cabezudos de O Barco… esos grandes olvidados…
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