Pasar de ser empleado a jefe: ventajas e inconvenientes
- El modelo de trabajo está en continuo cambio
- La era de la información y la globalización han provocado una serie de transformaciones en el mundo laboral que lo han modificado por completo
Una coyuntura influida por la crisis económica que ha conllevado la destrucción de numerosos puestos de trabajo. Ahora, el debate se centra en como afrontar la recuperación de los mismos. Una de las apuestas es emprender un negocio y, por tanto, pasar de ser empleado a jefe. Es cierto que no tienes porque hacerlo solo: cada vez ay más gente que decide emprender acompañado de una o más personas.
Según un informe de correspondiente a cifras de 2013 de la OCDE, la autocupación en España supuso para ese año casi el 20% del empleo del país. El mismo documento coloca a países como Turquía (35,9%), México (33%), Brasil (31,2%) y Corea del Sur (27,4%) como algunos de los países con más emprendimiento. Por otro lado, las últimas posiciones de esta clasificación las ocupaban Estados Unidos (6,6%), Noruega (7%), Rusia (7,3%) y Canadá (8,7%).
Por todo eso, hoy te contamos las ventajas e inconvenientes que conlleva esta decisión.
Ventajas
Flexibilidad de horarios. Como acabamos de decir, tú eres el jefe ahora, por lo que eres tú mismo quien decide que haya vacaciones. El momento y la duración de este periodo también la decides tú, así que no tendrás que complicarte buscando una fecha concreta para tener que organizarte.
Máximos beneficios. Económicamente, si se tiene un negocio rentable, los excedentes generados tienen como es obvio al dueño de la empresa como principal beneficiario. Antes de todo, necesitas formación específica sobre facturación y contabilidad para poder montar tu empresa y desarrollar la actividad en la que estás interesado. Del mismo modo, conocer la ley también es necesario; una empresa abarca mucho más que la responsabilidad individual de una persona y es por eso que estudiar la legislación te puede sacar de más de un apuro.
Autorealización. La satisfacción de llevar adelante un proyecto que tiene tu sello personal es una sensación que pocos pueden contar y que, además, hará que dediques a tu trabajo el máximo esfuerzo y talento posible.
Reconocimiento. Habitualmente las personas que deciden crear una empresa siempre gozan de mayor reputación social. La valentía de salir de tu zona de confort suele estar acompañada de un reconocimiento por parte de la sociedad.
Inconvenientes
Incertidumbre. Independientemente de la situación que atraviese tu empresa, nadie conoce el futuro. Además, como bien sabes, este, al igual que muchos factores no dependen de ti. Es por eso que el riesgo constante al que se expone una empresa debe tenerse en cuenta como un inconveniente.
Responsabilidad. Antes hemos destacado las vacaciones y los dividendos como aspectos positivos a valorar. No obstante, la otra cara de la moneda es que, para conseguir estos objetivos, una persona tiene que dedicarle el 100% de su capacidad y voluntad. Así que puede que algún día no mires el calendario para escoger vacaciones, pero seguro que antes habrás tenido que renunciar a ellas en más de una ocasión.
Influentes externos. El mundo está interconectado y tu empresa no va a escaparse. En muchas ocasiones la situación económica y su evolución depende de la influencia de por ejemplo, el estado o terceros países. Un periodo de crisis puede derrocar todo lo construido.
Este planteamiento evidencia la influencia del entorno sobre tu propia empresa. Muchas veces, simplemente querer crear tu empresa, trae consigo una serie de trabas administrativas que dilata en el tiempo la implantación de tu negocio.
Durabilidad. Por regla general un negocio supone todo un ciclo vital al rededor de él. Querer cambiar de aires cuando has invertido tanto en algo es una decisión que cuesta mucho más tomar.
Este es el análisis que se debe tener en cuenta si vas a optar por ser tu nuevo jefe. Después de esto solo nos queda darte ánimo ya que estamos seguro de que vas a volcar todo tu esfuerzo en tu nuevo proyecto.